La "osada" labor de Guillermo de Torre como crítico y editor sale a la luz

  • Precisamente porque la labor de Guillermo de Torre como poeta y ensayista de la Generación del 27 es bastante conocida, se acaba de publicar un ensayo sobre su faceta más oscurecida en el tiempo, la de crítico literario, "osado editor" y mediador entre los intelectuales de España e Iberoamérica.

Madrid, 17 abr.- Precisamente porque la labor de Guillermo de Torre como poeta y ensayista de la Generación del 27 es bastante conocida, se acaba de publicar un ensayo sobre su faceta más oscurecida en el tiempo, la de crítico literario, "osado editor" y mediador entre los intelectuales de España e Iberoamérica.

La Colección Obra Fundamental de la Fundación Santander, encargada de recuperar a los escritores contemporáneos a los que la desmemoria histórica ha conducido al anonimato, publica "Guillermo de Torre. De la aventura al orden", en la que el profesor de Literatura Domingo Ródenas recopila ensayos, artículos, críticas y correspondencia inédita que arroja luz sobre este autor.

La obra, que se presenta al público hoy en el Instituto Cervantes, habla de Guillermo de Torre como "una figura gigantesca" en la cultura española del siglo pasado, un escritor "incansable" en su búsqueda de nuevas formas de escritura que se hizo "antipático" a sus coetáneos por su activismo "irreprimible".

Guillermo de Torre (Madrid, 1900-Buenos Aire, 1971), conocido como adalid de la vanguardia literaria y promotor del ultraísmo, ha pasado a la historia, sin embargo, con algunas facetas de su "complejidad intelectual" oscurecidas sobre las que ahora el crítico literario Ródenas pretende arrojar "algo más de luz".

Así, "De la aventura al orden" da testimonio de su conexión temprana, con solo 16 años, con las vanguardias de París y con movimientos como el dadaísmo, una época "de belicosidad" que le hizo aparecer como un joven "impertinente" e "insolente" para muchos autores, entre ellos Gómez de la Serna.

Con sólo 25 años, De Torre publica su avanzada obra "Literaturas europeas de vanguardia", un libro que -según Ródenas- "dice mucho de su compromiso militante con las vanguardias europeas" y de su lucha por "romper con la tradición", así como de su también temprana "vocación crítica".

Casado con la artista plástica argentina Norah, hermana de Jorge Luis Borges, el autor se mostró también muy interesado por las artes plásticas y por la pintura moderna, sobre la que escribió textos fundamentales, aunque su influencia fue más bien "de índole personal, templando su carácter polémico" y contribuyendo a centrar sus ideas.

Dos meses después de llegar a Buenos Aires, De Torre escribe "Examen de conciencia", un "ensayo absolutamente extraordinario" que pronunció en la universidad y que ahora Ródenas incluye íntegro en su libro.

"Este proceso de maduración como crítico no se da en ningún otro coetáneo", según ha explicado hoy Ródenas, quien ha señalado que a partir de ahí el autor se ve involucrado en múltiples empresas de mediación intelectual entre "los intelectuales aislados" de España y los "desterrados" por el exilio al otro lado del Atlántico.

A juicio del profesor de Literatura de la Universidad Pompeu Fabra, "esa será una de sus obsesiones intelectuales", favorecer los cauces de comunicación intelectual entre España e Iberoamérica, "empeñándose" en estrechar esos vínculos, como prueba el hecho de que llevase a Gómez de la Serna a colaborar en "La Nación" en 1929, a pesar de que éste "nunca se lo haya reconocido".

"Él es quien lleva la noticia de una nueva generación de poetas -la del 27- a Iberoamérica", según Ródenas, quien ha asegurado que De Torre comienza a hablar allí de Gerardo Diego, Rafael Alberti o Federico García Lorca, así como también de los escritores jóvenes que apuestan en ese momento por escribir en prosa.

Tras la guerra, el precursor del ultraísmo es "uno de los primeros" en reivindicar la creación de unas relaciones entre los intelectuales de tradición liberal de España y los exiliados y por tratar de "restañar lo que estaba roto".

Él también es el encargado de diseñar la colección de la editorial Losada, así como de montar, en 1963, la colección "El puente" tras varios "forcejeos" con la censura franquista, así como uno de los autores con uno de los epistolarios más interesantes de la época, cuyo principal deseo fue ser reconocido como "ensayista de valor" en su país, en España.

Borja Baselga, director de la Fundación Santander, ha destacado la figura de Guillermo de Torre como "el mejor ensayista" del 27, editor "osado" y "protector" de las relaciones literarias entre España y Iberoamérica en el exilio.

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