La juventud es el periodo en el que comenzamos a madurar. Ese proceso es el que refleja Amanecidos, el debut en el largometraje de los directores Yonay Boix y Pol Aregall que se estrena el 27 de julio en salas e internet.
Una divertida comida de tres chicas en casa de un amigo, una adolescente que le pide un autógrafo a un famoso, un chaval que quiere que una de sus amigas se convierta en su novia o un particular método para viajar más de 10 veces con el popular bono metro son algunas de las historias que se incluyen en este atípico puzle.
Las secuencias aparentemente inconexas que componen el filme tienen como nexo "la deriva emocional de todos aquellos adolescentes y jóvenes que se adentran en la vida adulta y asumen las primeras responsabilidades", según aseguran los directores.
La película nace de la experiencia vital de los dos realizadores catalanes, que se encontraron un poco solos y un tanto despistados durante sus primeros tiempos en Madrid.
La cinta es un retrato impresionista, confeccionado con diversos momentos de la vida de 10 amigos y amigas, que muestra, principalmente, las relaciones amorosas y de amistad que existen entre ellos.
El carácter fragmentado del filme es consecuencia del momento en el que vivimos, donde la gran parte del consumo audiovisual está compuesto por vídeos de corta duración grabados con un equipo doméstico y subidos casi instantáneamente a internet.
"Bebemos tanto de Youtube que, de alguna manera, nos tiene que afectar", reconoce Pol Aregall, uno de los realizadores de la cinta.
"Nosotros decidimos trabajar sin tener un sueldo, utilizando nuestras propias cámaras, contando con amigos que no nos cobraban y rodando sobre cosas cercanas. La clásica receta del cine barato, aunque llevada un punto más allá. Queríamos estrenarla en internet y gratis", explica el realizador.
Tres años de esfuerzos tuvieron su recompensa cuando Luis Miñarro, productor de cine de autor, decidió apoyarles al comprobar que había verdadero cine en el debut del dúo catalán. Su respaldo ha permitido que su ópera prima se estrene simultáneamente en salas e internet.
La película de los dos jóvenes realizadores catalanes se proyecta junto a 101, un cortometraje de Luis Miñarro que retrata la particular visión del séptimo arte que tiene Manoel de Oliveira, un cineasta que sigue en activo con más de 100 años de edad.
Juventud y veteranía aparecen así unidas en un curioso programa doble.
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