La sala Clamores de Madrid celebra treinta años de jazz y "música de calidad"

  • La sala Clamores de Madrid, una de las más antiguas de la capital, celebra su trigésimo aniversario con un libro-disco que recoge su empeño por programar "música de calidad", más de 7.000 conciertos entre los que se incluyen los de James Moody, Compay Segundo y Antonio Vega, por citar unos pocos.

Madrid, 20 nov.- La sala Clamores de Madrid, una de las más antiguas de la capital, celebra su trigésimo aniversario con un libro-disco que recoge su empeño por programar "música de calidad", más de 7.000 conciertos entre los que se incluyen los de James Moody, Compay Segundo y Antonio Vega, por citar unos pocos.

Y lo hace con esperanza, pese a que según comenta a Efe su director Germán Pérez, vive un momento tan difícil por culpa de la crisis y la subida del IVA como el que en el año 2000 les llevó a "abrir el abanico" de actuaciones más allá del jazz.

"No solo del jazz vive el hombre", bromea Pérez, que fundó Clamores junto a Ángel Viejo en julio de 1981, en plena ebullición de "La Movida madrileña", con un público "ávido de nuevas músicas, nuevos experimentos y con pocos medios".

"Era un momento de avidez romántica. Ahora con más medios y conciertos no se vive tan intensamente como se vivían aquellas noches", afirma.

Recuerda orgulloso que en sus paredes ha retumbado la música de James Moody, Stanley Jordan, Terence Blanchard, Tete Montoliu, Compay Segundo, Omara Portuondo y Chucho Valdés, pero también la de Miguel Poveda, José Meneses, Rancapino, Ariel Rot y Antonio Vega, por citar unos pocos.

Además de jazz, admiten funky, indie, fado y todo tipo de músicas de raíz, sobre todo flamenco, bajo la única consigna de que sea "música de calidad y atraiga público", ha dicho Pérez.

La anécdota no está siempre sobre el escenario. Su público, al que califica de "reverencial", también es a veces noticia. Son muchos los parroquianos famosos que acuden de incógnito y se apoltronan en un rincón a disfrutar de la música.

Entre esos rostros célebres, recuerdan las visitas del más carismático alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván.

"El viejo profesor era una persona entrañable que conectaba muy bien con la juventud y se volcaba en estas actividades", recuerda Pérez, que lamenta que esa imagen de apoyo institucional queda ya algo lejana y que ha sido sustituida por cierta "indiferencia".

Otro de los cambios acaecidos en los últimos años tiene que ver con el humo, que junto "al whisky y el ligue formaba una tríada de factores muy asociada con los clubes de jazz". Con todo, Pérez agradeció el cambio en la Ley del Tabaco, prohibiéndolo dentro de estos espacios.

Con motivo del trigésimo aniversario, sus responsables han decidido editar un libro-disco (el tercero tras los que publicaron ya con motivo del vigésimo y el vigésimo quinto aniversario), con un DVD y un CD que aglutina las primeras grabaciones de jazz realizadas en España de 1926 a 1941, "una 'delicatessen' para los coleccionistas", ha dicho su responsable.

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