La sátira de las viñetas de Joan Guillén y sus escenografías ocupan la BNE

  • El trabajo del escenógrafo, profesor y dibujante Joan Guillén (1947) ya forma parte de los fondos de la Biblioteca Nacional de España (BNE), que hoy presenta la donación que el artista le hizo de más de 1.700 dibujos y viñetas, entre ellas las que hizo para la revista satírica "Por Favor".

Madrid, 30 oct.- El trabajo del escenógrafo, profesor y dibujante Joan Guillén (1947) ya forma parte de los fondos de la Biblioteca Nacional de España (BNE), que hoy presenta la donación que el artista le hizo de más de 1.700 dibujos y viñetas, entre ellas las que hizo para la revista satírica "Por Favor".

"Siempre he defendido que no había que tener un estilo, sino muchos recursos. En los años de la Transición usaba bastante el pop español, usaba imágenes icónicas y las subvertía. No tenía ningún estilo pero el discurso estaba clarísimo. Era el lector el que completaba la historia, como en mis escenografías", explica Guillén a Efe.

Además de los dibujos, Guillén ha donado los cuadernos de las escenografías que hizo para las óperas "Faustball", de Fernando Arrabal, y "La italiana en Argel" además de la de la obra de "Las maravillas de Cervantes" de la Compañía Nacional de Teatro Clásico.

"Aprendí a hacer teatro cuando veía de pequeño que 'volaba' un ángel. Había quien veía volar un ángel y los que veían a un niño sostenido por una cuerda. Yo quiero mostrar lo segundo y que sea el espectador el que lo ligue", aclara.

Guillén, nacido en la localidad pacense de Fuente del Maestre aunque residente en Cataluña desde que tenía un año y medio, comenzó a trabajar como ilustrador en prensa en 1969 y, desde entonces, colaboró con medios como "Triunfo", "Por Favor", "Historia de España", "Muchas Gracias", "La Calle", "La Vanguardia", "El Món", "Tele Exprés", "El Periódico de Cataluña" o "Diari de Barcelona".

En el mundo de la escenografía, Guillén, responsable de la estética de Els Comediants de los últimos 20 años, ha realizado más de 140 bocetos y dibujos preparatorios de figurines, personajes y máscaras, así como diez cuadernos de escenografía, vestuario, utillería y artefactos de tres representaciones teatrales y operísticas que se representan, en todo el mundo.

"Mi padre siempre me decía maestro de todo, discípulo de nada y cuando descubrí la escenografía dije 'esto es lo mío' porque puedo hacer de todo, modelar un mundo. Lo compaginé con la prensa y así me pagué los estudios. Son dos profesiones que son drogas", asegura.

La donación de su archivo personal a la BNE surgió a raíz de su participación en la exposición La Transición en tinta china, celebrada en 2013 en la Biblioteca, para la que él ayudó a recopilar material y cedió varias de sus obras.

Después la BNE le propuso que donara su archivo a sus fondos y le pareció "muy interesante", entre otras razones, porque quedaría todo "unificado" y él podría ayudar a "ordenarlo, clasificarlo y explicarlo".

"La oferta me parecía bastante interesante porque los artistas somos muy descuidados. Nuestros dibujos no son una obra reflexionada como sucede con los cuadros y tenía todo disperso y en cajones. La donación me ha permitido colocar y clasificar el material", recalca.

El escenógrafo y dibujante continúa trabajando y prepara una ópera nueva "con un músico catalán" y sigue viajando por el mundo porque tiene "cuatro o cinco óperas 'vivas'" que le obligan a ir a los teatros.

En los próximos meses se hará en Nebraska "La cenerentola", "La italiana en Argel" en el Palau de las Arts de Valencia en abril y "El barbero de Servilla" en el Liceo.

"He aprendido a no tener prisa. Tengo la dinámica de trabajar las cosas en profundidad. Jamás he cultivado ser mediático, soy de los tontos que les gusta trabajar", añade.

Esta tarde, en la BNE, se oficializará la donación, que ya se hizo materialmente el pasado junio, en un acto en el que participarán el propio Guillén, el escritor Ignasi Riera, el periodista Enric Juliana y el director artístico del Real, Joan Matabosch.

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