Lana del Rey confiesa que no le importaría morir mañana

La popular cantante estadounidense de 25 años cree que ha vivido tantas cosas en su existencia que no le importaría que la muerte le llegara pronto, tal y como expresa en uno de sus tatuajes donde reza 'Muere joven' (Die Young), y revela que la incertidumbre de no saber cuándo puede acabar su vida es uno de los motores que la hacen sentir viva día a día."Me siento muy cansada. He vivido tantas cosas en mi larga vida, que ahora que puedo y veo que tengo tantas cosas por hacer a veces me siento incapaz por puro agotamiento. Pero la idea de morir mañana me hace sentir muy excitada y me motiva a vivir más intensamente hoy", declaró a Esteban Linés en el Magazine de la Vanguardia.La artista, cuyo repentino éxito surgió después de publicar el videoclip de su sencillo 'Video Games', explica que siempre tuvo la corazonada de que su vida daría un giro tras su incursión en el mundo de la música."Cuando grabé aquel primer disco, toda ilusionada, con David Kahne, nunca pensé ni nunca dije que aquello que estaba creando llegase a funcionar, nunca. Tenía una intuición muy fuerte -uno de los regalos que Dios me ha dado es tener una intuición muy poderosa- y sabía que algo bueno me iba a ocurrir en este periodo de mi vida", añadió.Lana, que ha visitado Barcelona -a la que califica de "ciudad adorable"- para rodar una sesión fotográfica, aún se acuerda de su viaje en la adolescencia a España, de cuya visita destaca el Museo Guggenheim de Bilbao y la permanente presencia policial desplegada tras un secuestro de ETA ocurrido durante su estancia."Estudié castellano en el colegio y vine a España por primera vez durante tres meses en el verano, en Santander, cuando tenía 15 años. Al acabar, estuvimos dos semanas viajando por el norte, a Bilbao con su gran museo. Pero, sobre todo, recuerdo que cuando llegábamos a cualquier sitio de la zona veíamos muchos soldados armados, eso me chocó mucho", explicó.