Larga vida a Sala & The Strange Søunds

Madrid, sábado otoñal a las nueve de la noche. Buen día para empezar lo que seguro será el principio de un largo recorrido. El mismo que tendrá It's alive, el nuevo disco de Sala & The Strange Søunds y que verá la luz a principios de 2012. Para ir abriendo boca, ayer la sala Heineken tuvo la suerte de acoger la presentación de su maxi 'single' y la de su primer 'vídeoclip' del tema No way.

Un buen día Jonathan Quarmby, productor de David Bowie y ganador de un Grammy, le dijo a Sala Elassir, el líder y vocalista del grupo: "Estoy harto de trabajar con grupos que entran bien a la vista, o que simplemente suenan bien según la moda pasajera del momento... Lo bueno de trabajar con vosotros es que tenéis muy buenas canciones, y eso debería ser la materia prima de cualquier proyecto musical."

Así es como Quarmby les acabó produciendo lo que sería su primer EP, The Man who killed Sam Wilson en el 2010 y que serviría como punto de partida para la conquista de buenas críticas por países como Reino Unido, Alemania, Francia, España y Estados Unidos.

Sala and the Strange Søunds se estableció en Londres en 2010 y pronto se convirtió en un grupo de referencia en el circuito musical londinense. Sala Elassir sabe lo que quiere el público. La unión entre su carisma y la energía y la fuerza del batería Kjetil Hallre son un verdadero reclamo para despertar la atención. 

En una época donde todo el mundo parece añorar y buscar reminiscencias de los grandes grupos del pop, estos chicos establecen una buena combinación entre lo antiguo y lo nuevo, con influencias que van desde los Beatles y los Kinks, hasta los Strokes y los Libertines.

Ayer No way no se haría esperar y calentaría motores en un concierto que fue creciendo en intensidad tanto por parte del grupo como de los asistentes. No way es un tema pegadizo y con una reunión de estilos importante que pasa por el 'brit pop', el rock y alguna dosis de punk. 

Con un emotivo 'vídeoclip' en el que el grupo va cubierto de bolsas de papel con una sonrisa dibujada y agujeros para poder ver se ganaron al público, que bailó animadamente el tema con bolsas similares en la cabeza. Todo apunta a que tienen nuevo sello de identidad escrito en marrón, papel y rotulador. Todo espolvoreado con dosis de talento, 'of course'. 

No faltaron tampoco los temas Oh Vivianne y Affectology, Let me down o Tonight y hasta se atrevieron con una versión más que digna del tema Do you remenber rock and roll radio de los Ramones. Hora y media de concierto que se pasó en un visto y no visto. Queda dicho: larga vida a Sala & The Strange Søunds.