Las moscas roqueras del bajista de La Frontera, Toni Marmota, vuelan al cómic

  • Toni Marmota, bajista del grupo español La Frontera, debuta en el cómic con "No es país para sobrios", las aventuras de unas moscas roqueras, "The Flystones", que viven en una ciudad donde se mezcla la música, el color, el humor, el Madrid de los ochenta y las referencias artísticas del músico y dibujante.

Almudena González

Madrid, 27 may.- Toni Marmota, bajista del grupo español La Frontera, debuta en el cómic con "No es país para sobrios", las aventuras de unas moscas roqueras, "The Flystones", que viven en una ciudad donde se mezcla la música, el color, el humor, el Madrid de los ochenta y las referencias artísticas del músico y dibujante.

Tras su paso por el Salón del Cómic de Barcelona, Toni Marmota presenta su "ópera prima", publicada por Diábolo Ediciones y creada con Carlos Doz (habitual guionista de cine), que tendrá continuidad en octubre con su lanzamiento en inglés en Estados Unidos.

"Esto fue tirarse al barro y me quita horas de sueño, pero disfruto mucho", afirma en una entrevista con Efe el bajista de la emblemática banda que apareció en 1985, y cuyos integrantes son caricaturizados en "The Flystones".

Moscovain, Norma, Mosconna, Mosquita Muerta (su alter ego) y Moscarriado (un homenaje al fallecido Toti Árboles, baterías de bandas como La Frontera o Parálisis Permanente) son un "caótico grupo musical proscrito" que vive en Flytown, una ciudad donde las moscas son la especie dominante después de que la Humanidad destruyera el planeta convirtiéndolo en un enorme basurero.

Estos personajes de ojos saltones viven la música como algo "maldito y clandestino", sorteando, cual superhéroes, las maldades del villano Moscardón, empeñado en acabar con el rock and roll en ese "mundo paralelo" que ha creado Marmota y que es reflejo del actual: "Hay que ser un héroe para dedicarse a la música hoy en día", recuerda.

Para encontrar el origen de toda esta aventura hay que remontarse a un encargo. "Surgió dibujando para una campaña publicitaria, que al final no salió, pero hice mía la idea de crear unas moscas roqueras", afirma el músico y dibujante.

"The Flystones" fue primero una serie de animación con sus propias canciones (publicada en Youtube), hasta que su autor decidió lanzarse al papel.

No obstante, sigue trabajando en el ordenador con el programa informático de edición multimedia "Flash", frente a la opción de la tinta y el papel. Quizá por eso, llaman la atención sus coloridos y elaborados fondos de viñeta, propios de dibujos animados y que trabaja a conciencia.

"Para mi lo más difícil es escribir la historia; por eso, yo genero la trama y los 'chascarrillos', y Carlos Doz lo ordena", explica el bajista, quien todavía se siente "un poco bicho raro" en este nuevo mundo, que reconoce vive un "boom".

En cualquier caso, está muy satisfecho con el resultado, pues ha hecho una propuesta diferente llena de color y con un formato muy musical. "La idea era que pareciera un disco, un single", explica.

Y es que, el "leitmotiv de estas viñetas es la música", aderezada de una "amalgama" de referencias literarias, cinematográficas y artísticas del bajista de La Frontera, que tampoco renuncia a ese Madrid de la década de los ochenta: "Fue mi juventud y además fue un momento muy creativo, todo el mundo hacía cosas, y este cómic también quiere reivindicar eso", explica.

"No es país para sobrios" nace con vocación de convertirse en un corto, confiesa este artista polifacético, quien ve cumplido un "sueño desde que tenía 16 años".

¿Y por qué desde los 16 años?: "Tras un tortazo en moto, tuve que estar en cama un año convaleciente de un pie, y entonces aprendí a tocar la guitarra, me aficioné al cómic y empecé a dibujar, copiando viñetas. Me cambió la vida", sentencia.

Mostrar comentarios