Las novias también quieren otro vestido para la fiesta

  • Barcelona.- Además del vestido blanco para la ceremonia, las novias están empezando a pedir otro vestido para la fiesta, según aseguran algunos de los diseñadores que estos días presentan en la Pasarela Gaudí Novia sus últimas colecciones, y entre los que hoy ha destacado Raimon Bundó.

Las novias también quieren otro vestido para la fiesta
Las novias también quieren otro vestido para la fiesta

Barcelona.- Además del vestido blanco para la ceremonia, las novias están empezando a pedir otro vestido para la fiesta, según aseguran algunos de los diseñadores que estos días presentan en la Pasarela Gaudí Novia sus últimas colecciones, y entre los que hoy ha destacado Raimon Bundó.

En esta pasarelas se ha visto también que los escotes palabra de honor han perdido algo de protagonismo, que los hombros se tapan con gasas y tejidos muy suaves, que a las novias no les gusta el blanco y prefieren tonos más crudos, y que el tul de seda ha desterrado al tul ilusión, rígido y más incómodo de llevar, convirtiéndose en el tejido favorito de los diseñadores para las faldas de los trajes de novia.

La firma catalana Raimon Bundo, una clásica de las "niñas bien" de Barcelona, ha organizado un desfile elegante, con música en directo, y con dos líneas muy definidas, la diseñada por Cristina Aranda, clásica, con vestidos que envejecen bien y siguen siendo bonitos 30 años después, y otra más informal y con trajes más de fiesta diseñada por Ivonne Ruiz, que se enmarca bajo la marca "Ir de Bundó".

En la más clásica, que se puede definir como el traje de novia por excelencia, mucha seda natural, mikado, y escotes muy estudiados, sobre todo en la espalda, ya que es una de las partes que más lucen las novias durante la ceremonia de boda. Hay también colas importantes, en dos colores para dar más fuerza al vestido, y volúmenes anchos en las faldas, con empaque.

Con "Ir de Bundó" la firma quiere dar un aire más juvenil y opciones más frescas que sirven para la ceremonia o como segundo vestido para la fiesta, y hay volantes, faldas cortas, transparencias y gasas para dar movimiento y sensación de libertad.

Quien más ha apostado hoy por transformar el vestido de novia en traje de fiesta ha sido Jordi Dalmau, que ha hecho de su presentación un show muy divertido y en el que todos sus vestidos, gracias a una sobrefalda de quita y pon, han pasado de ser de boda con tul y faldas amplias, a trajes largos de fiesta con plumas y gasa, para acabar siendo un sexi minivestido de plumas de marabú. El público se lo ha pasado muy bien y ha sido el más aplaudido.

Patricia Avendaño también ha presentado alguna pieza convertible en fiesta, pero básicamente ha sacado a la pasarela vestidos y abrigos cortos de cóctel, trajes de novia hechos con tejidos de calidad como sedas, gazar y organza, y vestidos de noche para mujeres que no se casan por primera vez y buscan algo menos inocente.

Los vestidos de la diseñadora coreana Lee Seung Jin también han desfilado hoy con una puesta en escena bastante lenta, y se pueden definir como "trajes joya" por lo recargado y la abundancia de cristales y pedrería utilizada en su elaboración, además de flores, pétalos y otras incrustaciones.

Matilde Cano ha contado con Rafael Amargo para animar el desfile, que ha bailado unos minutos al principio con un mantón, y que ha acompañado a la última modelo vestido de blanco. Su colección de fiesta ha sido muy colorida, con flequillos, volantes y elementos muy andaluces, y con un claro protagonismo del color rojo con resultado incierto.

La colección de Teresa y Marta Raich, de Novia d'Art, se decanta por un estilo Audrey Hepburn, con trajes de mucho movimiento a base de blondas, transparencias y gasas en tonos blanco roto con toques de rosa palo, y muchos escotes "palabra de honor".

Hoy también ha sido el día de Elisabeth Barboza by Pronuptia Paris, de Franc Sarabia, que ha optado por vestidos de boda comerciales y correctos y de fiesta poco acertados, y de Francis Montesinos, con novias clásicas tocadas con capas y capuchas de gasa estilo años 70, y con colas bicolor.

Manu Álvarez ha llenado la pasarela de volantes y vestidos con profusión de adornos y bastante recargados, y el cierre lo ha puesto Cabotine by Gema Nicolás con vestidos de fiesta con siluetas llenas de volúmenes, cinturas muy marcadas y mezclas de colores.

Déborah Hap

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