"Librería Libertad", de Javier Zuloaga, un canto a la independencia personal

  • Madrid.- El escritor y periodista Javier Zuloaga acaba de publicar su tercera novela, "Librería Libertad", un canto coral a la independencia personal a través de cuatro personajes dispares que coinciden "en el primer día de su nueva vida" y se ven atrapados en una historia de intriga.

"Librería Libertad", de Javier Zuloaga, un canto a la independencia personal
"Librería Libertad", de Javier Zuloaga, un canto a la independencia personal

Madrid.- El escritor y periodista Javier Zuloaga acaba de publicar su tercera novela, "Librería Libertad", un canto coral a la independencia personal a través de cuatro personajes dispares que coinciden "en el primer día de su nueva vida" y se ven atrapados en una historia de intriga.

Como en sus anteriores novelas, Zuloaga ha concebido primero los personajes para después "situarlos en un escenario real, con un hilo argumental verosímil" cuyo desarrollo marcarán los propios personajes.

"Intento hacer novela con cosas que podrían estar ocurriendo", ha dicho Zuloaga en una entrevista con Efe y, por eso, cree que sus historias "navegan entre dos aguas", la ficción y la no ficción.

En "Librería Libertad", Zuloga presenta a un exconvicto que se gana la vida como mimo, a un sacerdote que acaba de colgar los hábitos, a un "gafe" que perdió un ojo en su primer día de trabajo como Policía y a una joven antisistema de la alta burguesía catalana que quiere "marcar los tiempos de su vida", y los echa a andar por el Raval barcelonés.

"Los cuatro personajes rezuman un cierto canto de libertad, o mejor dicho, de independencia personal", sostiene Zuloaga, para quién el más "independiente intelectualmente" es Dídac Pujades, el excura, que "acepta por designio su condición religiosa y cuando tiene al alcance de su mano cambiar la realidad, lo hace".

Al inesperado encuentro de los cuatro personajes en el bar "La Toñi", el escritor suma otro, el de la Barcelona actual con la de 1942 en la librería Libertad, convertida, de nuevo, en el escenario de un crimen sin resolver que salpicará a la joven alternativa.

La investigación que inician los cuatro personajes para esclarecer los hechos pronto les llevará a relacionar ambos asesinatos.

Cada puerta a la que llamen para recabar información sobre lo sucedido en 1942 dejará un enigma para los nuevos invitados a la trama, que se verán obligados, a su vez, a explorar su propio pasado, iniciándose así un viaje que conducirá a la resolución del caso.

"Será una investigación apasionante que dejará al descubierto auténticos dramas, al tiempo que brindará una oportunidad única a los protagonistas para ser ellos mismos", dice el autor.

"Me propuse hacer algo nuevo y diferente en esta novela. Para empezar escogí un escenario que conozco muy bien, Barcelona; me olvidé del tradicional 'planteamiento, nudo y desenlace' y me lancé a viajar en el tiempo", ha revelado Zuloaga.

Sin embargo, hay algo que une indefectiblemente sus tres novelas, y cuya impronta ya se revela en los títulos ("El hombre que pudo ser libre", "La isla de los rebeldes" y "Librería Libertad"): su pasión por la libertad.

"En los libros de Pío Baroja, que mi padre nos metió a machamartillo, descubrí la grandiosidad de algo tan sencillo", dice el escritor.

Zuloaga (Bilbao, 1952) ha disfrutado como nunca con esta novela, hasta el punto de no querer terminarla. Ha dedicado los fines de semana de los últimos dos años a escribirla, el tiempo que le deja su trabajo como director de Comunicación Interna de "la Caixa". "Mientras unos juegan al golf, yo prefiero escribir o leer, éstos son mis hobbies", afirma.

Lleva tres novelas en seis años, aunque el "germen de escritor" lo descubrió ya hace tiempo, cuando era periodista, labor que ha desempeñado en la agencia Efe y en varios diarios españoles.

Ahora, ya está embarcado en su cuarta novela, de la que lleva la mitad, y de la que sólo ha adelantado que tiene como protagonistas a un "gitano y a una mujer mala".

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