Liv Ullmann actualiza "La señorita Julia" con duelo entre Chastain y Farrell

  • Un duelo interpretativo sostenido entre Colin Farrell y Jessica Chastain ha dirigido la actriz y realizadora Liv Ullmann en "Miss Julie", versión cinematográfica del drama que August Strindberg publicó en 1888 y ha sido estrenada hoy en la 59 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).

Valladolid, 20 oct.- Un duelo interpretativo sostenido entre Colin Farrell y Jessica Chastain ha dirigido la actriz y realizadora Liv Ullmann en "Miss Julie", versión cinematográfica del drama que August Strindberg publicó en 1888 y ha sido estrenada hoy en la 59 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).

Ullman, actriz fetiche de Ingmar Bergman, ha trasladado a Irlanda y al año de 1890 este conocido drama que Strindberg ambientó en Suecia, en la Noche de San Juan, para situar el escenario de este duelo entre Farrell y Chastain como arquetipos de clases sociales y sexos contrarios.

La actriz estadounidense, candidata al Óscar por "La noche más oscura", encarna a la aristocracia al tiempo que al presunto sexo débil, mientras Farrell representa a la servidumbre y al principio masculino en un explosivo juego de tensiones de estirpe y de sexo, de ida y vuelta, que a lo largo del metraje no insinúa una salida clara hasta las secuencias finales.

Ullmann juega con la temperatura emocional hasta el extremo, lleva al límite las consecuencias de las decisiones que en cada momento adoptan los protagonistas, estira y afloja a los personajes en un continuo vaivén que mantiene en vilo al espectador a pesar del excesivo metraje.

Más de dos horas de un filme excelentemente ambientado y donde la campiña irlandesa oxigena la densa atmósfera que respira la película en los aposentos de la servidumbre, los bajos de una casona palaciega donde se desarrolla todo el relato cinematográfico, mezcla de arrebatos, pasiones, desenfrenos, celos, desprecios y conductas tornadizas.

Ha competido también en esta tercera jornada de la 59 Seminci el realizador alemán Dietrich Brüggemann con "Kreuzweg" ("Camino de la cruz"), una coproducción germano-francesa que, al igual que "Miss Julie", ha tenido una calurosa acogida por el público y prensa acreditada en el festival.

Como hiciera Miguel Delibes en "Cinco horas con Mario", Brüggemann ha estructurado su cuarto largometraje en torno a citas bíblicas con su correspondiente reflejo en la vida del protagonista, María, encarnada por una sólida y convincente debutante Lea Van Acken.

En este caso son las catorce estaciones del Via Crucis, todo el itinerario que recorrió el Hijo de Dios desde el martirio hasta la crucifixión, el mismo calvario que padece la protagonista del filme, una adolescente de catorce años sometida a la severa influencia de la Sociedad de San Pío X, que profesan sus progenitores, con una preconciliar y rigurosa interpretación de la fe católica.

Toda la vida familiar y académica de la adolescente está sujeta a los condicionantes de la fe que profesa, de la que se halla persuadida, que su familia y su confesor le refuerzan con férreas imposiciones y de la que tratan de rescatarlas un compañero de colegio, un médico y una niñera francesa con la que convive.

El sentimiento de culpa que le invade a cada momento y el convencimiento de la doctrina cierran cualquier camino que no sea su temprana muerte, un final fatal que Brüggemann no sólo no se empeña en ocultar, sino que advierte desde la primera estación de este particular via crucis.

La tercera película que ha examinado el jurado internacional en esta jornada ha sido "Lucifer", una coproducción de Bélgica y México dirigida por Gust van Den Berghe y que narra la historia de la anciana Lupita y su familia, cuyas vidas cambian con la llegada al pueblo en el que viven de un extraño hombre que dice ser un ángel y en el que depositan sus esperanzas.

La tranquilidad de la localidad se ve alterada por la presencia de ese extraño hombre, que se marcha de forma inesperada dejando al pueblo y a la familia de Lupita confundidos.

Con este largometraje, el realizador belga finaliza la trilogía formada por "El pequeño niño Jesús de Flandes" (2010) y "Blue Bird" (2011), su segunda película experimental.

Gustav van Den Berghe es un artista multidisciplinar que ha participado como bailarín en montajes teatrales para el Real Ballet de Flandes y Praga Khan, entre otros, y ha dirigido "La flauta mágica" para la Ópera de Flandes. EFE

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