Lo inédito de "Platero y yo"

  • Los fondos que pueblan Sala "Zenobia y Juan Ramón" de la Universidad de Río Piedras en Puerto Rico constituyen una fuente inagotable de información acerca del nobel de literatura que, gracias a su digitalización, está permitiendo conocer aspectos inéditos tanto de su vida como de sus obras.

Laura Ramírez

Huelva, 27 nov.- Los fondos que pueblan Sala "Zenobia y Juan Ramón" de la Universidad de Río Piedras en Puerto Rico constituyen una fuente inagotable de información acerca del nobel de literatura que, gracias a su digitalización, está permitiendo conocer aspectos inéditos tanto de su vida como de sus obras.

Ese es el caso de "Platero y yo", pues entre esos fondos, los investigadores, han hallado esbozos de capítulos de la obra que nunca vieron la luz, traducciones fallidas o pruebas de imprenta, hasta ahora desconocidos.

Junto a estos documentos, pertenecientes al contexto de creación de la obra, se han encontrado otros tantos que dan buena muestra de la incidencia que tuvo la publicación de Platero en 1914, como dibujos con los que niños y pintores agasajaron al poeta moguereño.

Todos estos vestigios documentales, muchos de ellos hasta ahora desconocidos y que, en cierto modo, constituyen "un verdadero tesoro documental y bibliográfico", explica Soledad González, investigadora juarramoniana quien ahora los ha recopilado en la exposición "Cien años con Platero".

Una muestra que se ha inaugurado hoy en la casa museo Zenobia Juan Ramón Jiménez de Moguer (Huelva), localidad natal del nobel en el marco de los actos del simposio internacional Cien años de Platero y yo (1914-2014), que desde el lunes reúne en Huelva a expertos juarramonianos y que sirve de colofón al Año Platero.

En palabras de González los documentos inéditos que ahora salen a la luz gracias a esta exposición "atestiguan la repercusión que en su momento tuvo el que hoy sigue siendo, tras "El Quijote", el libro más reeditado, traducido e ilustrado de la literatura hispánica".

Entre las piezas que forman parte de esta valiosa colección se pueden admirar la primera edición pirata de "Platero y yo" fechada en 1916 o el último contrato que firmó Juan Ramón Jiménez antes de exiliarse.

Los esbozos de capítulos que el poeta nunca llegó a terminar, junto a manuscritos de Zenobia con la traducción al inglés de varios capítulos de la elegía andaluza o modificaciones que el nobel tenía previstas para una nueva edición que nunca llegó a concluir

Se trata, en definitiva de una muestra que permite al público descubrir "lo inédito" de "Platero y yo", su génesis y su repercusión, una gran oportunidad para seguir profundizando y conociendo una obra que después de un siglo sigue siendo capaz de emocionar y de llegar directamente al corazón de los lectores.

Un paso más, que no el definitivo, porque, como aseguran los expertos Juan Ramón Jiménez es el escritor de la "eterna obra incompleta" y son muchos los documentos de ese gran fondo personal que quedan por explorar y, por tanto, más de una las sorpresa que aún deparará la figura de este poeta universal.

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