Los aborígenes canarios sacralizaban la cerámica al decorarla con estrellas

  • Los aborígenes de Canarias sacralizaban la cerámica y otros objetos de uso doméstico al plasmar en su decoración estrellas y otros elementos del cielo, como se muestra en algunas vasijas localizadas en escondrijos en Las Cañadas del Teide y que se exponen en el Museo Arqueológico de Tenerife.

Santa Cruz de Tenerife, 25 feb.- Los aborígenes de Canarias sacralizaban la cerámica y otros objetos de uso doméstico al plasmar en su decoración estrellas y otros elementos del cielo, como se muestra en algunas vasijas localizadas en escondrijos en Las Cañadas del Teide y que se exponen en el Museo Arqueológico de Tenerife.

Así lo explica el conservador del Museo de Arqueología de Tenerife, José Juan Jiménez, en un artículo titulado "Arqueología y etnoastronomía: objetos y piezas estelares", que publica en la página en internet de los Museos del Cabildo de Tenerife y en el que se refiere al descubrimiento de piezas arqueológicas con implicaciones astronómicas.

Con estos hallazgos, según el investigador, se constata que objetos de procedencia doméstica "de alguna manera fueron sacralizados, reproduciendo en ellos símbolos estelares que eran visibles en el firmamento".

Añade que en Tenerife se han descubierto elementos decorativos practicados con técnica impresa y de puntillado en el fondo interno de algunas vasijas, localizadas en escondrijos en Las Cañadas del Teide.

Ejemplares con estas características se exponen en el Museo Arqueológico de Tenerife, como es el caso de una vasija procedente de Las Cañadas (La Orotava), hecha a mano, semiesférica, con unas dimensiones de 7,5 por 19,5 centímetros.

Su decoración consiste en puntillados que conforman círculos concéntricos de los que parten haces de líneas paralelas, y el investigador recuerda que a mediados del siglo XV el veneciano Alvise da Ca' da Mosto planteaba que los guanches en Tenerife rendían culto al Sol, la Luna y otros planetas.

Además, en la segunda mitad de esa misma centuria, el portugués Diogo Gomes de Cintra relató que al Sol lo consideraban como a un dios.

José Juan Jiménez explica también que en una bula dictada en mayo de 1351 por el Papa Clemente VI se hablaba de la existencia de "idólatras y paganos en las islas de La Fortuna, nuevamente descubiertas".

A su vez, el Papa Urbano V, en otra bula dictada en 1369, señalaba que los antiguos habitantes de Canarias practicaban la adoración del Sol y de la Luna, lo que también constataron otros visitantes del archipiélago.

Los arqueólogos han hallado en Tenerife muestras de esas representaciones astrales, pues en la isla se han descubierto motivos decorativos con temática estelar que también aparecen en dos muelas de molinos realizados en basalto poroso, de las que parten incisiones radiales lineales que decoran toda la superficie a la manera del Sol.

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