Los chinos, ante un nuevo líder casi desconocido pero con esposa folclórica

  • Todo está listo en Pekín para el comienzo en dos días del cónclave comunista que encumbrará en el poder a Xi Jinping, quien pese a la trascendental labor que le espera es casi un desconocido para una ciudadanía que sí conoce, y mucho, a su esposa, una popular cantante desde hace 30 años.

Antonio Broto

Pekín, 6 nov.- Todo está listo en Pekín para el comienzo en dos días del cónclave comunista que encumbrará en el poder a Xi Jinping, quien pese a la trascendental labor que le espera es casi un desconocido para una ciudadanía que sí conoce, y mucho, a su esposa, una popular cantante desde hace 30 años.

Poco saben los chinos de Xi, ante la falta de información, la censura y la escasa presencia pública del hombre llamado a suceder a Hu Jintao como secretario general del Partido Comunista de China, en el XVIII Congreso que la formación inaugura el jueves.

"No quiero hablar de política", es la respuesta que la mayoría de los consultados dan al ser preguntados sobre Xi, y aquellos que sí se atreven a dar el paso no pueden dar muchos datos sobre su personalidad o su programa.

"Esperemos que cuando Xi llegue a ser presidente el país se desarrolle", señala muy neutral, por ejemplo, la joven Liu Jian, vecina del barrio pequinés de Chaoyang, mientras que He Fan, estudiante universitaria de música, reconoce a Efe que la política china futura con Xi es para ella "totalmente desconocida".

La situación recuerda a la que hace 10 años se vivía en torno al ahora presidente Hu, un "hombre gris" del Politburó que muchos chinos apenas conocían antes de que ascendiera al poder, primero del partido, en el XVI Congreso de 2002, y luego a la presidencia en 2003 (como ocurrirá con Xi en marzo de 2013).

Incluso después de ascender al escalón más alto, el presidente y secretario general comunista suele adoptar un papel neutro y con escasas apariciones, mientras que es el primer ministro (Wen Jiabao actualmente, y Li Keqiang en el futuro si se cumplen los pronósticos) quien adopta un perfil más público y activo.

Algo amedrentados por hablar de un futuro presidente que aún no saben cómo es ni cómo se tomará las opiniones de la ciudadanía, los mismos chinos se sienten más cómodos hablando de los líderes estadounidenses que hoy se miden en las elecciones norteamericanas.

"¡Va a ganar Obama!", responde en un tono mucho más entusiasta que cuando se le pregunta por política china Wang, un jubilado pequinés, quien dice seguir con atención las noticias sobre las mediáticas elecciones norteamericanas.

Del mismo modo, la esposa de Xi, Peng Liyuan, habitual en las televisiones chinas desde su primera aparición en la gala de Año Nuevo de 1982, también es una imagen cercana y familiar para los chinos, aunque algunos ya crean que, al estar próxima a convertirse en "primera dama", no es adecuado criticarla mucho en público.

"No sé qué decir de sus canciones, pero sí es verdad que hace años que se oye", señala la antes mencionada estudiante de música He Fan, mientras Wang asegura que su canción favorita de la futura primera dama lleva por título "En la campiña de la esperanza".

Peng, que tiene 10 años menos que su marido y se casó con él en 1987, es una cantante de música folclórica, fija en las galas televisivas de Año Nuevo (excepto en 2008, curiosamente el año en que su marido ascendió a la vicepresidencia).

Además es oficial del Ejército chino, algo que no es raro en un país donde las fuerzas militares tienen amplia presencia en todos los sectores sociales, incluido el cultural, el deportivo o el empresarial, por lo que a veces la futura "primera dama" actúa en uniforme.

Los chinos en ocasiones bromean asegurando que su futuro líder es un desconocido "casado con Peng Liyuan", cantante que, según la prensa china, pasa gran parte del año viviendo separada de Xi, por sus compromisos artísticos y los políticos de su marido.

Ello no significa, aseguran los medios oficiales chinos, que la relación entre Xi y Peng no sea buena: en una de las escasas declaraciones de la cantante sobre su marido este año, elogiaba su personalidad "frugal, trabajadora y con los pies en la tierra", y aseguraba que el cargo de su marido no altera a la pareja.

"Cuando vuelve nunca pienso que haya un líder en casa, para mí es sólo mi marido", señalaba en la entrevista.

Si poco se sabe de Xi, menos se conoce de las políticas que pondrá en marcha cuando alcance el poder: hay quien adivina cierto talante reformista, pero también eso se pensaba, o se soñaba, hace una década con la llegada del a la postre continuista Hu Jintao.

"Hace diez años tuvimos muchas esperanzas en Hu, pero nos equivocamos", señala a Efe el abogado de derechos humanos Pu Zhiqiang, quien subrayó su esperanza en que Xi sea mejor líder y "resuelva los muchos problemas en política y economía que Hu no arregló".

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