Los editores buscan blogueros para que reseñen sus libros

  • Los grandes grupos españoles fijan en la blogosfera parte de su estrategia de comunicación debido a la falta de espacio que hoy la prensa dedica a los libros. Es una estrategia que hace años realizan las pequeñas editoriales, más proclives a que sus títulos funcionen más en internet gracias al boca oreja. 
David González | aviondepapel.tv

Hace unos años, las editoriales eran bastante reticentes a enviar un libro a un bloguero literario. Muchos de ellos recibían telefónicamente una pregunta como respuesta: ¿Para qué medio de comunicación trabajas? Y, luego, una exclamación: ¡Ah, para un blog! Si la petición era por correo electrónico, podía quedarse en el limbo.  

Actualmente, la crisis publicitaria recorta páginas o minutos en los medios tradicionales. Y la cultura es lo primero que cae. No hay más que ir al kiosco. Los suplementos, antes exclusivamente literarios, hoy se abren a la arquitectura, música, cine o al teatro.  

Los libros también pierden protagonismo en los periódicos, salvo que el escritor sea un autor consagrado o muy vinculado con la actualidad. Una película -o un concierto- reina en la sección de Cultura, si es que aún mantiene esa denominación. Las industrias del cine o de la música todavía gastan en publicidad. Incluso algunos periódicos dedican ya una página a la tecnología. Un repaso por los diarios de tirada nacional nos muestra que la literatura casi es menos contenido y más continente (e-books).  

Quizás, por este motivo, las grandes editoriales están emulando la estrategia que llevan realizando desde hace un lustro los pequeños editores. Muchas editoriales independientes han buscado desde siempre en la blogosfera su espacio idóneo de promoción. 

El boom de los blogs literarios en España aconteció en 2008, cuando algunos escritores titulaban sus bitácoras con el nombre de su primer libro. Luego, ellos mismos reseñaban novelas, relatos o poemarios ajenos, de manera independiente. Algunos otros (no era la mayoría) también mencionaban las obras de otros escritores con blog. El autor bloguero sabía que hablar de un segundo colega de la blogosfera era un favor que podría ser devuelto en el futuro. 

Sin embargo, también existen blogueros que buscan, leen y escriben sobre títulos por el puro placer de prescribir a sus lectores o bien dan en sus bitácoras información literaria de interés. Hoy, tampoco es extraño ver a los blogueros en las presentaciones de libros junto a los responsables de Cultura de los periódicos o de las agencias de noticias. 

No en vano, algún que otro gran grupo editorial ya segmenta la promoción de sus novedades en las entrevistas personalizadas: papel un día, internet el siguiente, luego las teles y las radios. Los viajes de prensa o presentaciones se organizan primero para las revistas mensuales por motivos de cierre de imprenta. Luego, junto a los medios tradicionales, también se mima a los blogs y periodistas de medios online. 

El efecto altavoz que muchos blogueros tienen en internet es muy valorado por grandes y pequeñas editoriales. Son conscientes de la visibilidad que supone una buena reseña, porque la leerán sus seguidores, así como su anillo de blogs afiliados. 

Recientemente, la importancia de la prescripción de libros de los blogueros la analizó Màrius Serra en un artículo para La Vanguardia. En dicho artículo, comentaba que la todopoderosa editorial británica Penguin había contratado a una empresa para que detectase cuáles eran los líderes de opinión de la blogosfera y de las redes sociales. Querían promocionar Gods Without Men, novela de ciencia ficción del autor Hari Kunzru.  

Según Serra, Penguin enviaría un ejemplar a dichos líderes digitales para que así la novela de Kunzru tuviera visibilidad en la red y, por extensión, incrementaran las ventas en librerías. 

Nada nuevo que no hagan ya los pequeños editores españoles que sí cuidan su amplia red de contactos en la blogosfera. Muchos de los top blogs literarios se pueden encontrar en sitios como Wikio. En las primeras posiciones de su clasificación, están las bitácoras literarias de Antón Castro, Fernando Valls, Ana Vega, Iván Thais, Pedro Ojeda, Vicente Luis Mora, Batania o Esteban Gutiérrez.  

Por tanto, los blogueros que regularmente publican reseñas (no son todos) ahora están en el punto de mira de las grandes editoriales. Es una táctica que acompaña su estrategia vertical de portales propios.  

Recordemos que Planeta, Ramdom House Mondadori y RBA disponen de portales verticales o temáticos para crear comunidad de lectores fieles. Dicho de otra manera, si el medio de comunicación no me publica y su redacción online tampoco menciona mis libros, seré yo quien lo posicione en Google.  

No hay más que navegar por Planetadelibros.com (Planeta), Megustaleer.com (RHM) o SerieNegra.es (RBA) y sus consiguientes extensiones en Facebook o Twitter. Son portales in house que quieren situar a los libros -o a los autores- en las primeras posiciones de los buscadores. La táctica es similar a lo que promueven, desde siempre, las aerolíneas con las revistas que leemos durante un vuelo: contenidos de ocio bajo una marca matriz muy visible en la cabecera. 

Así, los editores no sólo buscan blogueros que recomienden sus títulos ante la falta de espacio en los medios tradicionales, sino que, además, están creando ruido en la red para captar directamente el interés de los lectores.  

Antes, esa función de recomendar la ejecutaban, como intermediarios, los críticos literarios que escribían en papel. Hoy, la realizan los blogueros independientes o aquellos blogueros y community managers directamente contratados en plantilla por las propias editoriales para sus portales temáticos.

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