Los maestros Dafoe y Léaud inauguran el XII Festival de Cine de Las Palmas

  • Las Palmas de Gran Canaria.- Los maestros Willem Dafoe y Jean Pierre Léaud, a los que se galardonará con la Lady Harimaguada de Honor, y el director grancanario Mateo Gil, que estrena mundialmente su película "Blackthorn", inauguran hoy el XII Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria.

Los maestros Dafoe y Léaud inauguran el XII Festival de Cine de Las Palmas
Los maestros Dafoe y Léaud inauguran el XII Festival de Cine de Las Palmas

Las Palmas de Gran Canaria.- Los maestros Willem Dafoe y Jean Pierre Léaud, a los que se galardonará con la Lady Harimaguada de Honor, y el director grancanario Mateo Gil, que estrena mundialmente su película "Blackthorn", inauguran hoy el XII Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria.

La jornada en la que se han sucedido las ruedas de prensa y los posados ante los gráficos comenzó con la aparición ante los medios de un sonriente Willem Dafoe, quien aseguró que pese a su prolífica trayectoria, en su mente "sólo tiene 22 años" y está en sus inicios.

El norteamericano, que acude a este festival junto a su esposa, Giada Colagrande, porque en él se proyectará, fuera de concurso, su última película, "A Woman", el tercer largometraje de la directora y el segundo en el que participa Dafoe, calificó este trabajo como "una experiencia interesante" y admitió que "siempre es complicado" trabajar con su esposa.

Pese a haber participado en más de 80 producciones y contar con dos nominaciones al Oscar por Platoon (Oliver Stone, 1986) y Shadow of Vampire (E.Elias Merhige, 2000), Willem Dafoe afirmó hoy que le queda mucho por hacer y que se encuentra en "su salsa" cada vez que tiene que afrontar un nuevo papel.

Este camaleónico actor, que ha sido capaz tanto de ponerse en la piel de Jesús de Nazaret en "La última tentación de Cristo" (Martin Scorsese, 1988) como de tomarle el pulso a Charlotte Gainsbourg en la polémica "Anticristo" (Lars von Trier, 2009), expresó su gusto por el cambio de registro interpretativo que requieren el cine comercial y el independiente.

Por su parte, Jean Pierre Léaud, icono del movimiento de la Nouvelle Vague francesa y al que también se homenajeará en reconocimiento a su carrera en la gala inaugural de esta noche, dijo tener la impresión de que a sus 67 años todavía le ven "como al chiquillo" de la película con la que debutó a los 14 años, "Los Cuatrocientos Golpes".

El célebre intérprete del problemático adolescente Antoine Doinel en la conocida película de François Truffaut, dijo que este director ha sido "fundamental" en su vida y que le ha transmitido un "enorme amor por el cine con mayúsculas".

Admitió que pese a que han pasado 28 años de la muerte del fundador del movimiento de la nouvelle vague francesa sigue sintiendo su falta, aunque consideró que "su mensaje perdura" y que sus películas siguen despertando interés en los amantes del cine de todo el mundo, también en los cineastas actuales.

Sobre su último trabajo cinematográfico, "Le Havre", que dirige Aki Kaurismaki, con quien aseguró trabajar con la misma confianza con la que trabajaba con Truffaut, explicó que lo aceptó sin ver el guión y después de que éste se lo propusiera en una llamada de teléfono.

"Lo conozco muy bien y se cómo trabaja, me planté delante de su cámara y fue todo pura improvisación y una confianza mutua tremenda", afirmó Léaud, quien destacó que esta película puede ser seleccionada para la próxima edición del Festival de Cannes.

Para referirse a su primer largometraje, que competirá en el Tribeca International Film Festival y cuyo estreno mundial tendrá lugar hoy, en la gala de apertura de este festival, el director grancanario Mateo Gil ha comentado que "ojalá la banca tuviera tantos escrúpulos" como el fugitivo "Butch Cassidy y su gente".

En una rueda de prensa junto al productor de este western, Andrés Santana, Gil dijo echar de menos los principios del Cassidy que protagoniza su película, un personaje que tenía fama de Robin Hood y que interpreta Sam Shepard, y que pese que a ser un ladrón, él y sus bandas no robaban a la gente "sino a la banca y a las compañías mineras".

Además, destacó que Butch Cassidy, pese a estar rodeado de hombres violentos y peligrosos, con bandas de hasta 90 personas entre las que había "mucho matado", planificaba los atracos de manera perfecta para evitar la violencia.

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