Los monólogos regresan a Mérida de la mano de Emma Suárez y Roberto Álvarez

Mérida.- El monólogo regresa esta semana al Festival de Mérida de la mano de los actores Emma Suárez y Roberto Álvarez y los directores de cine Norberto López y Chus Gutiérrez, que han decidido saltar a la arena del teatro para brindar unos textos llenos de inteligencia, sentido del humor y acidez.

Así los ha definido la directora del certamen, Blanca Portillo, al presentar los espectáculos "Calpurnia pisonis (sueño, premonición y muerte)", protagonizado por Suárez y dirigido por López, y "El instante del absurdo", interpretado por Roberto Álvarez bajo la dirección de Chus Gutiérrez.

La propuesta se enmarca en el ciclo de monólogos "Mano a mano", una de las novedades de la LVII edición del Festival de Teatro que se desarrolla en la Alcazaba árabe y de la que se podrá disfrutar los días 5, 6, 12 y 13 de agosto.

Los dos cineastas han accedido a pasar "a este otro lado", el del teatro, un espacio que también les corresponde "y mucho", pues tienen su propia forma de narrar, ha manifestado Portillo, que ha agradecido a los actores que hayan asumido el riesgo del monólogo.

"Es algo que me imponía muchísimo respeto", ha reconocido Emma Suárez durante la presentación, para acto seguido destacar que lo hará con un texto "magnífico" y "complejo".

Según ha explicado Norberto López, para quien esta es su primera experiencia teatral, la historia parte del sueño en el que Calpurnia Pisonis vio morir a su marido, Julio César, para ofrecer un montaje en el que se mezcla la realidad -el asesinato de César-, la premonición de su esposa y el espacio intermedio entre sueños y realidades.

Todo ello para ofrecer un texto "lleno de delicadeza" y con un punto maternal y tierno, según ha dicho.

En "El instante del absurdo", el protagonista reflexionará sobre su vida y lo que él ha observado del mundo de los mortales a partir del mito de Sísifo, un hombre que arrastra una piedra montaña arriba para inevitablemente ver como instantes después vuelve a caer, estando condenado eternamente a subirla de nuevo.

Roberto Álvarez afronta este papel como "un torero que sale al ruedo sin cuadrilla", según ha confesado hoy, y lo hace con "la enorme responsabilidad de estar a la altura de las expectativas".

Lo hará con un discurso "emotivo, lleno de sensibilidad e inteligencia", en el que el texto "lo dice todo", por lo que su responsabilidad, asegura, es simplemente ponerle voz.

Con este trabajo, Chus Gutiérrez debuta en teatro, "algo que llevaba años queriendo hacer", y con un mito que a su juicio es "muy contemporáneo" y que aborda desde una "enorme sencillez".