Los niños enfermos tienen hadas madrinas

  • Tirarse en paracaídas. Montar en un F16. Ser Jefe de Policía. Posar como una modelo. Todos estos, y 1.496 más, son los sueños de niños enfermos que la Fundación Pequeño Deseo ha hecho realidad en sus 10 años de historia. "Inyectar felicidad" en la vida de esos pequeños es su motor. 'Vivir para siempre', la película de Gustavo Ron que se estrena este viernes, captura este espíritu de hadas madrinas y sueños hechos realidad.

Fundación Pequeño Deseo cumple sueños de niños enfermos
Fundación Pequeño Deseo cumple sueños de niños enfermos
lainformacion.com
M. J. Arias

El método de trabajo de la Fundación Pequeño Deseo -que ya ha cumplido 10 años de vida- es sencillo, cuidadoso y muy respetuoso. "No dejas de invadir un espacio que no te pertenece", explica la directora de la ONG, Cristina Cuadrado, presente en la proyección para los medios de 'Vivir para siempre'. Por eso sólo pasan a la acción cuando el equipo médico lo aconseja. Les llaman, les ponen en contacto con los padres y, siempre con el consentimiento de unos y otros, entran en la vida de los niños con el único fin de hacerles felices.

No se trata de algo inmediato. La idea es mantener la magia, sin desvelar su misión hasta el final. Tras varios sutiles encuentros con el enfermo, averiguan cuál es su sueño. Conocer a un famoso, tener un ordenador portátil, hacer un viaje, vivir una experiencia nueva… "Al final, no son cosas tan fuera de lo común, quizá hay algunas más complicadas de gestionar que otras, pero con ganas e ilusión nada es imposible", reconoce Cuadrado.

Aunque sin tratar de ella, la película de Gustavo Ron (inspirada en el libro 'Esto no es justo') captura la esencia del trabajo de esta fundación. 'Vivir para siempre' cuenta la historia de un niño enfermo de leucemia que tiene una lista de deseos que cumplir antes de morir. "No es una película sobre la muerte", advierte Alex Etel, amigo del protagonista y su particular hada madrina. En realidad, trata sobre cómo un niño que quisiera llegar a adolescente afronta la enfermedad que se lo impide. Lo que llama la atención de la película es la fortaleza de un chaval de 11 años y su capacidad para afrontar lo inevitable.

La razón que da Cristina Cuadrado para explicarlo es muy simple: "Un niño no deja de ser un niño y tiene muchos más recursos que un adulto. Será por la inocencia, por la inconsciencia… Nos hemos encontrado con niños que animan a los padres cuando tendría que ser al contrario". Ella lo ha visto muchas veces.

En la película, el personaje al que interpreta Alex Etel (Félix) es el encargado de que Sam pueda cumplir sus deseos antes de que la leucemia se lo lleve. En la vida real, Cuadrado y todo el equipo de Pequeño Deseo son quienes trabajan para que los niños enfermos de los hospitales españoles puedan recibir una "inyección de felicidad". Ilusión y positivismo son dos medicinas más para estos niños. La directora de la fundación lo ve como algo de "sentido común".

La parte física está cubierta con los tratamientos médicos, pero también hay que "arropar la parte anímica y psicológica. Tanto de los niños como de los padres". Funciona. Al menos, les ayuda a evadirse de su situación y "les da una ilusión" para enfrentarse al día a día en el hospital, como reconoce Gema González, familiar de una de las beneficiadas de estas dosis de ilusión. Ella pudo compartir con su prima uno de sus mayores sueños, visitar Venecia. Asegura que cumplirlo la ayudó anímicamente y sólo tiene palabras de agradecimiento para quienes lo hicieron posible.

Aunque 'Vivir para siempre' y la Fundación Pequeño Deseo se han encontrado en el camino, ahora van de la mano. Ambas pretenden transmitir el mismo mensaje, normalizar una situación como la que vive Sam McQueen y que la gente se quede, sobre todo, con el positivismo que irradia su historia. Por otro lado, la productora ha anunciado que el 3% de la recaudación en taquilla de la primera semana irá a la fundación.

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