Los novillos de Fuente Ymbro, lo mejor del mano a mano entre Flores y Adrián

Juan Miguel Núñez

Valdemorillo (Madrid), 5 feb.- El buen juego de los novillos de Fuente Ymbro fue lo más destacado del festejo matinal celebrado hoy en Valdemorillo, en el que el mexicano Sergio Flores salió a hombros con un triunfo de dos orejas, sin embargo, sin acabar de convencer.

FICHA DEL FESTEJO.- Novillos de Fuente Ymbro, bien presentados y de buen juego salvo el problemático quinto. El mejor con diferencia, el primero.

El mexicano Sergio Flores: pinchazo y media (oreja); tres pinchazos, estocada y dos descabellos (silencio tras aviso); y media tendida (oreja).

Fernando Adrián: bajonazo trayéndose la espada, estocada y dos descabellos (ovación tras aviso); estocada ligeramente contraria (oreja); y bajonazo y seis descabellos (ovación tras dos avisos).

En cuadrillas, buena brega de Hugo Saugar al tercero.

La plaza, cubierta, tuvo un tercio de entrada.

---------------------------

MÁS NOVILLOS QUE NOVILLEROS

Una muy buena novillada de Fuente Ymbro, bien hecha por fuera y embistiendo. Seis dijes, se dice en la jerga. Aunque en algún caso habría que matizar. Pero en conjunto fue novillada muy clara, de un triunfo que pese a la salida a hombros de Flores no llegó con la rotundidad que cabía esperar.

Flores tuvo un primer novillo con mucha movilidad, pero sobre todo noble y con calidad. Anduvo bien el mexicano con el capote en el recibo y quite posterior por chicuelinas. La faena de muleta estuvo bien estructurada, mejor si cabe por el lado derecho. Fue lo único redondo de la mañana.

El pinchazo previo a la media estocada definitiva y la frialdad de ir abriendo plaza le quitaron un más que posible segundo trofeo.

Más apagado el tercer astado, sin embargo con mucha nobleza, sosito y aportando poco. De su parte, Flores anduvo correcto, en algunas fases en redondo con cierta calidad, pero sin calentar lo suficiente.

El más problemático de los seis novillos, el quinto, le obligó a Flores a un esfuerzo que tuvo su punto álgido en el último tramo de faena, en las cercanías.

Adrián puso ganas, pero sin resolver prácticamente en ninguno de los tres novillos que tuvo.

Vulgar y despegado en su primero, astado con mucha movilidad y muy buen son.

Más de lo mismo en el siguiente, con el que anduvo innecesariamente afectado y sin imponerse.

Y ya en el último tuvo la mejor actitud, que no aptitud. Novillo mansón, algo "rajadito", pero noble y colaborador. El hombre anduvo por allí con muchos arrestos, lo que se dice en plan bullidor. le faltó más tino con la espada para haber resuelto.