Los toledanos recuperan su Campana Gorda tras 28 años cerrada al público

Toledo, 6 sep.- Tras 28 años cerrada al público, los toledanos podrán acceder de nuevo a la Campana Gorda de la Catedral, una actuación que se convertirá en un reclamo turístico pero que, sobre todo, tiene la connotación sentimental de volver a conectar a los ciudadanos con "uno de sus principales orgullos".

Así lo ha subrayado hoy, durante el acto de inauguración de la subida a la Campana Gorda, la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal.

Cospedal ha coincidido con el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, en que esta actuación "merece la pena sólo por ver el semblante" de quienes divisaron la ciudad desde lo alto de la Torre de las Campanas hasta 1983 y que ahora van a poder volver a hacerlo tras subir a pié unos 300 peldaños.

"Hoy se va a liberar un aire apresado durante casi tres décadas, que va a empezar a volver a recorrer otra vez las calles de Toledo", ha resaltado la presidenta regional, quien ha resaltado que esta actuación traerá a los toledanos "esperanza y posibilidades de futuro".

En este sentido ha indicado que, "precisamente, piedra a piedra y arbotante a arbotante es cómo se construyen los grandes edificios, las grandes aspiraciones y se da cumplimiento a los grandes deseos de una colectividad y a la conquista de nuestro futuro".

El alcalde, por su parte, ha subrayado que han querido "que la Catedral, que es el monumento más visitado de la ciudad, siga siendo el más atractivo y que quien se acerque a él tenga ganas de volver".

En el acto ha intervenido también el arzobispo primado de Toledo, Braulio Rodríguez, quien ha resaltado que actuaciones como la inaugurada hoy "redundan en bien de todos".

Por su parte, el deán de la Catedral, Juan Sánchez, ha destacado que, entre las leyendas y coplillas que pesan sobre la Campana Gorda destaca la que dice que "debajo de la campana gorda de la Catedral caben siete sastres y un zapatero, también la campanera y el campanero".

La Campana Gorda está dedicada a San Eugenio, primer obispo de Toledo, fue fundida por Alejandro Gorgollo en 1753 y colocada en la Catedral dos años después. EFE

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