Ma Yansong, el despertar de la arquitectura china

  • Almudena González.

Almudena González.

Madrid, 11 feb.- Con 50 arquitectos de 20 países, Ma Yansong ha convertido su estudio en Pekín en una influyente factoría de proyectos con ideas propias, ya que cree que la arquitectura no es un producto y no entiende que los seres humanos compitan por ser más rápidos y fuertes en los Juegos Olímpicos.

"Creo que para Pekín, los Juegos Olímpicos fueron buenos porque mucha gente conoció la ciudad, y son positivos porque crean infraestructuras, pero, por otra parte, creo que no es bueno para el ser humano competir. ¿Por qué tenemos que competir por ser más fuertes o más rápidos?", se pregunta este arquitecto de 38 años.

"La arquitectura no es un producto. Por supuesto, un edificio tiene que ser funcional, pero arte y arquitectura son diferentesl maneras de exteriorizar y comunicar con la gente", prosigue durante una entrevista con Efe.

Con una agenda de vértigo, Ma Yansong ha visitado España para impartir sendas conferencias en Barcelona y Madrid, organizadas por la revista "Future Arquitecturas", la Universidad Ramón Llull y la Universidad Europea de Madrid. No es la primera vez que visita el país, y conoce bien algunos edificios, como la arquitectura de Gaudí y el Auditorio de Tenerife de Santiago Calatrava.

Sobre España y sus colegas habla así: "los arquitectos españoles tienen una gran reputación por su calidad y esto no tiene nada que ver con la burbuja inmobiliaria".

Máster en la Universidad de Yale (EEUU), volvió a su Pekín natal en 2004 para fundar el estudio MAD Architects, un regreso muy apreciado por sus compatriotas y que justifica en que "ejercer la arquitectura en China actualmente es participar en muchas cosas, hay muchas oportunidades y muchos retos".

En 2006, el estudio de Ma Yanson se dio a conocer al ganar el concurso internacional para la construcción de las Absolute Towers de Toronto (Canadá).

"Fue el lanzamiento de mi carrera. Era el primer concurso abierto fuera de China al que concurríamos", reconoce con satisfacción, sobre todo porque los canadienses "adoran" las dos sinuosas y sugerentes torres, que han bautizado como las "Marilyn Monroe" por sus curvas.

Ahora, se ha convertido en el primer arquitecto chino miembro del selecto y prestigioso RIBA (Royal Institute of British Architects). "Fue una sorpresa; pensé que era un error -se ríe-. Me pareció muy bonito lo que afirmaron de mi", recuerda este arquitecto, considerado por la revista "Icon" como uno de los profesionales más influyentes de su sector.

En su estudio trabajan 50 arquitectos de 20 nacionalidades, pero no pretende crecer más. Es suficiente para afrontar los proyectos de gran envergadura que tiene en China y los que desarrolla desde el año pasado en Europa, concretamente en Milán y Amsterdam.

Otros de los proyectos que dieron mucho que hablar de Mad Architectural fue "Pekín 2050" presentado en la Bienal de Venecia en 2006 con una revolucionaria propuesta para reformar la ciudad, y que incluía convertir la Plaza de Tiananmen en una zona arbolada, menos politizada y pensada para el disfrute y el ocio ciudadano.

"Recientemente se ha descubierto que hace seiscientos años la plaza era así realmente, que era un lugar verde, y en China se ha discutido mucho sobre ello en Internet", comenta con satisfacción, al tiempo que sueña en aplicar la filosofía de los jardines chinos a la planificación de las ciudades modernas.

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