Madonna, experta en hacer el pinopuente en sus conciertos, funambulismo o engancharse la capa al cuello con catastrófico resultado, merece de toda su atención para poder ejercer las merecidas labores de la alegre diva del pop.Por ello, se ha mostrado indignada ante las acusaciones de haber actuado ebria durante su concierto del sábado en Louisville (Kentucky, Estados Unidos).
Una serie de tuits y videos de algunos fans aludiendo a un probable estado de embriaguez por parte de la ex de Sean Penn y a un retraso del concierto que casi alcanza las tres horas provocaron la atención deTMZ, que mediatizó esta anécdota hasta el punto de que pusieron a la cantante 'flamenca' y se vio obligada a aclarar esta circunstancia a través de la red social Instagram.
"Para aquellas personas que les gusta creer todo lo que leen... ¡Nunca bebo y canto! Mi show es de dos horas y 15 minutos de no parar de cantar y bailar". "Es muy interesante cómo la sociedad continua no sólo tratándome de una manera totalmente sexista (si yo fuera hombre nadie habría dicho algo), sino también continúa tomando todo lo que digo literalmente. Eso es lo que pasa cuando la gente no lee libros y obtiene toda su información de TMZ", señaló indignada la autora de petardazos como 'I'm Going Bananas' o 'B'day Song'.
La Reina del Pop se halla inmersa en su gira 'Rebel Heart Tour', que tras haber pasado por Europa (y actuar en Barcelona), ha vuelto de nuevo a Estados Unidos para continuar con la agenda de conciertos previstos alrededor de todo el mundo, con parada final en Asia y Australia en febrero y marzo respectivamente.
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