Soria, 29 nov.- El poeta santanderino Marcos Díez refleja en su último poemario "Combustión", presentado hoy en Soria, las dos caras de una misma vida, la que arde, brilla y da calor y la que al mismo tiempo deja residuo y lleva consigo su propia extinción.
En una entrevista con EFE antes de presentar su poemario en la calificada como "la ciudad de los poetas", ha detallado que ha trabajo los últimos cuatro años en dar forma a este trabajo que, en su opinión, contiene una "vitalidad áspera, que nace de ser consciente de las aristas que tiene la propia vida".
"Combustión" es un poemario que ha sido galardonado este año con el Premio Internacional de Poesía Hermanos Argensola, que convoca el Ayuntamiento de Barbastro (Huesca), "por realizar un esfuerzo por llevar la poesía al terreno del pensamiento filosófico, lo que resulta una propuesta interesante por su poca convencionalidad", según el acta del jurado.
Díez (Santander, 1976), que tiene una trayectoria profesional vinculada a los medios de comunicación y a la producción audiovisual, dirige desde 2011 la Fundación Santander Creativa.
El escritor y periodista tiene recogida su obra poética y narrativa en una docena de antologías y publicaciones colectivas. El poeta santanderino se ha mostrado especialmente ilusionado por presentar su poemario en Soria, en un salón que lleva el nombre de un poeta ilustre y paisano suyo como Gerardo Diego.
Díez se ha fijado un mundo en combustión, lleno de vida, pero también de cenizas en suspensión y de quemaduras.
"El mundo actual, en nuestro contexto más próximo, es peor que hace unos años, pero antes estaba lleno de tragedias que estaban lejos de nosotros y que nos importaban menos", ha apuntado.
Además percibe un mundo también donde la palabra, la cultura, la poesía y el pensamiento propio tienen cada vez menos hueco y donde la sociedad se mueve más por impulsos y por generar ideas sin una reflexión previa.
El poemario supone también un guiño a su infancia entre talleres mecánicos, debido a la profesión de su padre, un espacio que le incentivó su capacidad de observación y le permitió descubrir.
Entonces, con dieciocho años, la poesía era la manera de "dar salida" a esta mirada y comprender lo que ocurría a su alrededor y a él mismo.
Díez ha reconocido que de la poesía no se vive económicamente, pero le permite hacerlo a nivel espiritual, moral y estético.
"Me siento poeta incluso cuando no escribo; el hecho de escribir es el remate final de un proceso que empieza muchísimo antes, con una manera de cuestionar las cosas y de tratar de poner patas arriba lo que uno ve", ha reflexionado.
Díez ha visitado por primera vez Soria para presentar este poemario y el cortometraje del que es guionista, "Namnala", en el Festival Internacional de Cortometrajes Ciudad de Soria, dirigido por Nacho Solana e interpretado por el desaparecido Alex Angulo. EFE
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