Marín: "si agarro un espadazo como Dios manda hubiese cortado oreja seguro"

  • El diestro Serafín Marín fue el único de la tarde de hoy en Las Ventas que estuvo a punto de sacar partido de una exigente corrida de Baltasar Ibán de haber andado acertado con los aceros en su primera faena. "Si agarro un espadazo como Dios manda hubiese cortado oreja seguro", declaró a Efe Marín.

Javier López

Madrid, 27 may.- El diestro Serafín Marín fue el único de la tarde de hoy en Las Ventas que estuvo a punto de sacar partido de una exigente corrida de Baltasar Ibán de haber andado acertado con los aceros en su primera faena. "Si agarro un espadazo como Dios manda hubiese cortado oreja seguro", declaró a Efe Marín.

"Una pena porque me hacía mucha falta un triunfo aquí en Madrid. Pero bueno, creo que he estado con actitud y por encima de ese primero mío, un toro enrazado y exigente que si le dejabas puesta la muleta iba, pero al tercer pase ya protestaba y echaba la cara arriba. Creo que he cuajado una faena firme, y de haberlo matado bien hubiera conseguido una oreja", aseguró.

Con el quinto ya fue imposible, un toro, que no tuvo "ni emoción, ni empuje, ni calidad, ni bravura; nada de nada", y con el que el espada catalán puso empeño en su quehacer pero "sin lograr ni siquiera un pase" por la nula condición del astado.

El joven Rubén Pinar, que firmó también algunos pasajes destacables en su primera faena, sin embargo, el toro "no acabó de 'romper' como pensaba que podía hacerlo", y por eso "se vino abajo la faena" señaló.

"Qué rabia. Mira que hemos sido generosos con él tanto en el caballo como en la muleta, dándole todas las ventajas para ver si acaba entregándose. Pero nada. Es verdad que el toro se ha movido mucho y enrazado, pero cuando se arrancaba no sabía si iba a venirse al engaño o al cuerpo. Sin duda, un toro para aficionado pero no para cortarle las orejas", confesó Pinar.

Y con el que cerró plaza, "un mulo", como lo definió el joven manchego, solamente pude estar voluntarioso "pues ha sido imposible tratar de torear a un toro tan aplomado y remiso", concluyó Pinar.

El mexicano Fermín Spínola tampoco pudo imponerse a la corrida de Baltasar Ibán, y aunque se marchaba de vacío de Las Ventas, "me quedo con algunos muletazos sueltos que he pegado a mis dos toros, y con los olés de esta plaza, que se entrega como ninguna cuando ve algo bueno", reconoció.

"Yo me he visto bien, con buena actitud y firmeza, pero no me han acompañado los toros. Mi primero ha sido noble pero le costaba repetir por sus pocas fuerzas. Y el cuarto tampoco ha servido, un toro que en cuanto le tratabas de someter protestaba mucho. En fin, no ha podido ser, otra vez será", afirmó Spínola.

Mostrar comentarios