Mario Casas y Hugo Silva, algo más que caras bonitas

  • Dos de los actores más deseados del cine patrio, Mario Casas y Hugo Silva, son la pareja protagonista de "Las brujas de Zugarramurdi", para la que se han metido en la piel de dos pobres diablos que poco tienen que ver con galanes seductores.

Madrid, 23 nov. - Dos de los actores más deseados del cine patrio, Mario Casas y Hugo Silva, son la pareja protagonista de "Las brujas de Zugarramurdi", para la que se han metido en la piel de dos pobres diablos que poco tienen que ver con galanes seductores.

Álex de la Iglesia ha sido el responsable de transformar a los dos guaperas en Jose (Silva) y Tony (Casas), dos hombres solitarios, decepcionados con la vida y con muy poca fortuna en el amor.

Ambos deciden probar suerte atracando una tienda de compraventa de oro, lo que supondrá el inicio un viaje maldito que les llevará hasta las cuevas de Zugarramurdi, cuna de la brujería y el aquelarre.

Precisamente, de brujas entiende bastante Mario Casas, siendo natural como es de tierra de "meigas", Galicia, donde reconoce le hubiera gustado mucho rodar esta película.

En "Las brujas de Zugarramurdi", quiere demostrar que no hay registro que se le resista. Aunque ya ha probado la comedia en "Fuga de Cerebros" y "Carne de neón", el particular humor negro de Álex de la Iglesia, advierte, sólo se pone en práctica cuando se trabaja con él.

"Es (Tony) totalmente distinto a mis personajes anteriores: me ha obligado a cambiar físicamente y también la voz, pero simplemente me he dejado llevar", explica al término de la jornada de rodaje de hoy.

Tony es un relaciones públicas de discoteca en paro, el tontorrón y el personaje que más humor aporta a la película.

Para transformarse en él, Casas tuvo que darle un toque mucho más radical a su estilismo, rapándose todo el pelo menos en la coronilla y haciéndose un corte en la ceja. Una imagen que, ha asegurado, "nunca" adoptaría por gusto.

Hugo Silva, por su parte, es José, el gran protagonista del film, un padre divorciado que hará lo que sea por conseguir la custodia compartida de su hijo. Es todo un sufridor, pero también el héroe de la historia.

El actor madrileño puede presumir de haber trabajado en el último año con dos de los directores de cine más aclamados y laureados del cine español: con Pedro Almdóvar en "Los amantes pasajeros", y ahora con Álex de la Iglesia.

"Son dos estilo de trabajar muy diferentes y marcados, pero ambos son geniales", ha opinado.

La pareja de actores, que coincidió por primera vez en la serie de Antena 3 "Los hombres de Paco", tenía ganas de reencontrarse y trabajar juntos.

La química entre ambos es evidente: tanto es así que durante el rodaje han surgido chistes y comentarios que no estaban originariamente en el guión, pero que el director ha acabado incorporando.

El proyecto, que definen como "salvaje", les está exigiendo mucho esfuerzo físico y vivir situaciones comprometidas. Como la del beso que ambos se dan, una anécdota de la que no han querido dar muchos detalles, pero con la que Hugo se ha atrevido a bromear. "Estábamos locos por hacerlo", ha dicho.

Quieren demostrarle al público su versatilidad, pero lo cierto es que, hagan el papel que hagan, su atractivo no pasará inadvertido.

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