Martín-Calero presenta en París su amado campo de Castilla

París.- El pintor español Gonzalo Martín-Calero (1952) presentará mañana en la iglesia Saint Louis de La Salpêtrière una escultura tubular junto a una coleción de óleos y dibujos con los que desea romper la visión monótona que se suele tener de los campos de Castilla.

El artista explicó que el color, siempre atravesado por "metafóricas" líneas negras, finas o gruesas, "como cuchillos" moviéndose sobre el lienzo a toda velocidad, abunda en sus representaciones de esta zona de la geografía española que le inspira desde su infancia.

Bajo el título "Paisajes", la exposición que engloba además de una escultura, 44 óleos y dibujos sobre madera, plata, oro, papel y collage, podrá contemplarse hasta el próximo 3 de enero en París.

Martín Calero exhibe desde hace décadas sus obras tanto en España como Francia, Italia, Turquía, Estados Unidos, Filipinas, China, entre otros países.

Por primera vez en los últimos 40 años, este artista vallisoletano incluyó una escultura, "Paisajes de Castilla", con la que quiso reflejar, explicó, la "belleza invisible" de la meseta ibérica.

Colocada bajo la monumental cúpula de la Salpêtrière, la pieza está construida con una docena de tubos rojos y azules que se entrecruzan en algunos puntos, alguno de ellos situados hasta a diez metros de altura, y cuyas sombras son para Martín Calero reflejo del "paisaje castellano" .

El artista subrayó haber pasado toda su infancia en el campo, y justificó así el hecho de que gran parte de su obra esté inspirada en los paisajes, los colores y el sol de Castilla.

Sin embargo, subrayó, esta concepción "local" sólo es el punto de partida, de inspiración, en su deseo de expresar quién es y cumplir con su vocación "universal".

"Intento que el espectador cuando ve una obra mía se interrogue" y se deje seducir, comentó Martín Calero, convencido de que la misión del arte es "obligarnos a reflexionar sobre la existencia del ser humano".

Explicó que su proceso creativo comienza en el campo, donde hace cientos de bocetos que luego, ya en su casa, selecciona y traslada a su obra final.

Azules, amarillos, verdes y rojos inundan su nueva muestra parisiense, aunque en cuatro de sus obras, pintadas sobre oro y plata, dominan los ocres y tonos más oscuros.

"El oro repudia el color", dijo el artista, para precisar que ese metal precioso es "un buen soporte para dar la sensación de humedad que se respira en esa zona de España".

Martín Calero dijo rendir homenaje también en cada uno de sus cuadros al arte oriental, que definió como una forma de ver la vida "seductora e intrigante, olvidada y marginada por Occidente.