Michel Camilo dice que "en el siglo XXI los muros entre músicas caen"

San Sebastián.- El pianista y compositor dominicano Michel Camilo, que fusionará sus ritmos afrocaribeños y jazzísticos en cuatro recitales con la Orquesta Sinfónica de Euskadi (OSE), ha dicho hoy que "en el siglo XXI los muros entre músicas caen" y "el acercamiento" entre ellas ofrece resultados "muy enriquecedores".

Éste es precisamente el caso del nuevo ciclo "KlasikaAt" (Fuera de lo clásico) que la sinfónica de Euskadi inaugura esta temporada con conciertos en las tres capitales vascas y Pamplona, entre el 7 y el 10 de septiembre, protagonizados por Michel Camilo, bajo la batuta del valenciano Rubén Gimeno como director invitado.

Camilo, Gimeno y el director general de la OSE, Iñigo Alberdi, han presentado en San Sebastián estas actuaciones en una comparecencia ante los medios informativos en la que el brillante músico caribeño ha hecho gala, con explicaciones al piano sobre las piezas que tocará, de su personalidad alegre y rebosante de vitalidad.

Rubén Gimeno, que es director titular y artístico de la Orquesta Sinfónica del Vallés, ha destacado que "la frescura y sensibilidad" del pianista y sus obras ayudarán a "romper la seriedad" de los repertorios clásicos que habitualmente interpreta la OSE, al tiempo que ha constatado la buena sintonía creada entre ambos ya durante los ensayos.

Para Michel Camilo, esta colaboración "es magia pura" y ha encontrado en la orquesta vasca "un magnífico instrumento" para interpretar sus composiciones.

El programa de los cuatro recitales se iniciará con una breve obra de Arturo Márquez para orquesta sola, a la que seguirán dos composiciones de Camilo, la "Suite para piano, cuerdas y arpa" y el "Concierto para piano y orquesta número 1".

Ganador de varios premios Grammy, Camilo se ha explayado en comentar la segunda de estas obras, que compuso entre los años 1998 y 1999 y con la que ha tenido un gran éxito internacional, al haberla tocado 63 veces por todo el mundo tras su estreno en el Kennedy Center junto a la Orquesta Sinfónica Nacional de Estados Unidos.

Compuesto por tres movimientos, ha definido su Concierto nº1 como "un autorretrato" en el que refleja los sentimientos vividos desde su tierra natal hasta su migración a Estados Unidos.

Así, en su primera parte rememora el "sincretismo afrocaribeño", los ritos religiosos de santería, "el verde intenso y el azul turquesa" de los paisajes de su país natal o el canto de los campesinos durante sus labores agrícolas.

Este primer movimiento da paso a un segundo "muy romántico y nostálgico", influenciado por Ravel, al que admira, en el que plasma su angustia e incertidumbre ante su marcha a Nueva York.

La composición termina, ha agregado, con un tercer movimiento cuya música está presidida por el "impacto y la rapidez" de la vida en la ciudad de los rascacielos.

Los conciertos se celebrarán mañana en el teatro Arteria Campos Eliseos de Bilbao, el día 8 en el auditorio Baluarte de Pamplona, el 9 en el Kursaal de San Sebastián y el 10 en el teatro Principal de Vitoria.