"Miel de naranjas", cuando no puedes pasar "de puntillas" por la vida

  • A Imanol Uribe le atraen los personajes que intentan pasar "de puntillas" por la vida pero a los que las circunstancias obligan a tomar partido. Es lo que le ocurre al protagonista de "Miel de naranjas", un título para un relato "agridulce" sobre la clandestinidad de la lucha antifranquista.

Ana Burgueño

San Sebastián, 29 may.- A Imanol Uribe le atraen los personajes que intentan pasar "de puntillas" por la vida pero a los que las circunstancias obligan a tomar partido. Es lo que le ocurre al protagonista de "Miel de naranjas", un título para un relato "agridulce" sobre la clandestinidad de la lucha antifranquista.

El realizador vasco, que ganó el premio al mejor director en el pasado Festival de Málaga con este trabajo, el primero desde "La carta esférica" (2007), preestrenó ayer "Miel de naranjas" en San Sebastián, cuatro días antes de su llegada a las salas.

Hoy en rueda de prensa, junto al actor Iban Garate, ha hablado de la película como de "un encargo en el mejor sentido de la palabra" y ha recordado que partió de un guión de Remedios Crespo, que lo escribió siguiendo unos breves escritos de su padre sobre su experiencia en la mili como secretario de un juez castrense en 1950, cuando dictar sentencias de muerte era casi una rutina.

Garate es en la ficción ese secretario, Enrique, novio de Carmen (Blanca Suárez), que es a su vez sobrina del juez (Karra Elejalde), tres personajes sobre los que gira gran parte de una trama que se convierte en coral y que cuenta en el reparto con Eduard Fernández, Bárbara Lennie, José Manuel Poga, Nora Navas y Carlos Santos.

No todo es lo que parece en este filme, que tiene mucho de la tensión de un "thriller" y que su autor cree que es más bien "un cajón de sastre", porque además hay aventura y romance sin ser estrictamente una historia de amor.

Y hay también ciertas variaciones sobre el guión original, especialmente en el personaje de Carmen, al que Uribe terminó "dando la vuelta" y convirtiendo el papel de Blanca Suárez en lo que inicialmente no era.

El mundo de los militares y el matiz de una clandestinidad de tipo urbano fueron otros alicientes para el director vasco, quien considera que el cine español ha mostrado más el entramado rural de la lucha antifranquista.

Uribe también ha querido cambiar los escenarios habituales al escapar de la atmósfera "oscura" de los filmes de postguerra para mostrar "cierta luminosidad".

"Ese cine es miserable y cutre porque seguramente la realidad lo era, pero he querido aprovechar que la película se sitúa en Andalucía y, en la luz de Cádiz, en contraste con esa filmografía gris y oscura", ha explicado, tras recordar que, salvo un par de secuencias rodadas en Puerto de Santa María, los exteriores son en Jerez de la Frontera.

"Miel de naranjas" es la primera película digital de Uribe, que pensó que el salto desde el celuloide iba a ser "terrible" y ahora "está encantado" de la experiencia. De hecho, le ha reportado la ventaja de un rodaje de ocho semanas que había planeado en nueve.

"Ves el resultado del rodaje 'in situ', ves hasta la última mosca. Eso te da una seguridad absoluta y haces pocas tomas de cada plano", ha afirmado.

El realizador de "Días contados" prosigue con el proyecto "Caminos de libertad", la película sobre Facundo Cabral, que tras su asesinato el pasado año en Guatemala "en vez de suspenderse ha crecido", y que contará con producción de Argentina, Colombia, México y España. Ya se está buscando, ha anunciado el cineasta, "un protagonista internacional" para el filme.

También, el realizador le está "dando vueltas en la cabeza" a recrear en una película el rodaje de "La fuga de Segovia", que dirigió en 1981.

"Recordamos el rodaje como algo mítico. Ese año pasaron muchas cosas, como el 23-F o el asesinato de Ryan (el ingeniero de la central de Lemoniz, Vizcaya, secuestrado por ETA), y cuenta muy bien lo que fue la Transición. Voy a empezar a trabajar en esa historia con tranquilidad", ha concluido.

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