"Mierda de Artista", el musical que se ríe del negocio del arte

Madrid, 27 may.- "Mierda de Artista El Musical", es el nuevo espectáculo de los creadores de "Podemos", que se estrena el miércoles en los Teatros del Canal inspirado en la vida y obra de Piero Manzoni, el artista italiano que se rio del arte enlatando sus excrementos y vendiéndolos "a precio de oro".

Ferrán González, autor del libreto y Joan Miquel Pérez, encargado de la dirección musical, son los creadores de esta comedia, que con un texto "fresco" y "divertido" mezclado con música italiana de los años 30, narra una historia de ficción que critica el valor comercial de las obras de arte a través de la obra de Manzoni

Tras el éxito de "Podemos: Un musical diferente", que trataba de una pareja que se quedaba enganchada en pleno acto sexual, una idea extraída de una noticia en el periódico, el equipo buscaba inspirarse nuevamente en un "hecho real que superara la ficción", ha explicado hoy a Efe González.

Lo encontraron en el hecho "gracioso" y "curioso" de que el último ejemplar de la colección de 90 latas metálicas de reducido tamaño que contenían -según rezaba la etiqueta firmada por Manzoni- 30 gramos de "mierda de artista", se vendió en 2013 por 109.500 euros.

"Será la primera vez que se vea a alguien enlatando mierda en directo" ha asegurado González, ya que la obra relata desde el momento en que Manzoni tuvo la idea hasta el día en el que "la obra" se vende.

Otra de las cosas que atrajo a los creadores fue que Manzoni (1933-1963) no dejó una "gran biografía" ya que murió a los 30 años, algo que les ha permitido una "gran libertad", pudiendo "inventar" todo lo que quisieran.

Los personajes que rodean al protagonista, interpretado por el propio González, aportan diferentes opiniones a la filosofía de Manzoni, que pretendía "alertar a la gente" sobre el consumo de las obras de arte, como ha apuntado Alicia Serrat, directora artística de la obra.

El texto irá acompañado de canciones interpretadas en directo, que homenajearán a los musicales clásicos y a la música de italiana del siglo XX, la época en la que está inspirada la obra.

La escenografía, diseñada por Neil Brullet, está basada en un "juego" de lienzos y telas en blanco, que resultará muy agradable a los ojos del espectador, según Serrat.