Zaragoza, 1 feb.- Un descendiente del general de la Armada Diego de Alvear, José María Moncasi de Alvear, ha considerado hoy que la sentencia que obliga a Odyssey a devolver a España el tesoro de la fragata "Nuestra Señora de las Mercedes" ahuyentará a las empresas que tratan de comercializar y lucrarse con la historia de nuestro país.
En declaraciones a Efe, Moncasi de Alvear se ha pronunciado así tras conocer la decisión de la justicia estadounidense que obliga a la empresa Odyssey Marine Exploration, con sede en Tampa (Florida, EEUU), a devolver a España el tesoro de la citada fragata, hundida en 1804 en el océano Atlántico frente a las costas del Algarve, y tras una batalla legal que comenzó en 2007.
"Estoy contento, siento una gran alegría", ya que han sido "largos años de campaña, de concienciación y de sensibilización", ha reconocido Moncasi de Alvear, quien ha considerado que es "una victoria de todos los españoles" y "el premio a la eficaz y constante labor del Gobierno de España", sobre todo de los ministerios de Cultura, Defensa y Asuntos Exteriores.
España tiene ahora un plazo de diez días para recuperar el medio millón de monedas de oro y plata que la fragata española transportaba cuando se hundió ante la costa portuguesa, tras un combate con un buque inglés que trató de impedirle alcanzar tierra con su carga ante la sospecha de que pudiera ser utilizada por Napoleón para financiar sus campañas.
Moncasi de Alvear -descendiente de Diego de Alvear y Ponce de León, uno de los mandos de la flota a la que pertenecía "La Mercedes"- ha insistido en que lo importante ahora es que el Gobierno "no se duerma en los laureles" y "reclame el tesoro cuanto antes".
Ha remarcado que esta sentencia sienta un precedente importante, ya que servirá para que "nunca jamás" las empresas cazatesoros se atrevan a apropiarse de algo que no les pertenece, ni en aguas nacionales ni en internacionales, y ahuyentará a aquellas que tratan de lucrarse y comercializar con la historia de España.
En su opinión, lo que el Ejecutivo tiene que hacer ahora es catalogar las piezas, estudiar su valor y sobre todo difundirlas entre los ciudadanos a través de exposiciones.
En definitiva, ha apostado por la protección de los yacimientos arqueológicos submarinos españoles -se estima que hay más de 2.000 pecios hundidos en el fondo del mar- y sobre todo garantizar que su recuperación la lleven a cabo arqueólogos e historiadores, más preocupados por salvaguardar la memoria que por las ganancias económicas.
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