Montevideo vibra a ritmo de candombe en el Desfile de Llamadas del Carnaval

  • La ciudad de Montevideo vibró este viernes al ritmo de la percusión africana del popular candombe en el Desfile de Llamadas, uno de los actos centrales y más llamativos del Carnaval uruguayo, conocido por ser el más largo del mundo.

María Sanz

Montevideo, 14 feb.- La ciudad de Montevideo vibró este viernes al ritmo de la percusión africana del popular candombe en el Desfile de Llamadas, uno de los actos centrales y más llamativos del Carnaval uruguayo, conocido por ser el más largo del mundo.

Tamborileros con el rostro pintado al estilo de las antiguas tribus africanas se ajustaron al pulso del tradicional candombe, una expresión del folclore uruguayo que nació con la llegada de los esclavos del continente negro al país y que en 2009 fue declarado Patrimonio Intangible de la Humanidad por la UNESCO.

Las lentejuelas, la purpurina y los trajes brillantes se combinaron con los vivos colores de los cuatro tipos de tambores característicos de este estilo musical: bombo, piano, repique y chico.

Las vedettes pudieron lucirse y danzar al ritmo de la percusión, envueltas en un remolino de plumas multicolores que recordó a las artistas de los cabarets parisinos.

No faltaron tampoco los personajes clásicos de la fiesta de las Llamadas, heredados de la tradición africana, según explicó a Efe el veterano escobero de la comparsa La Jacinta.

"Está el escobero, que es el que limpia el ambiente de toda la mala onda. También desfila la Mama Vieja, que representa a la Madre Tierra, y la acompaña el gramillero, que es como el antiguo brujo que curaba con yuyos (hierbas)", enumeró.

A su lado, uno de los jóvenes portaestandartes que debutó hoy en el desfile pidió "que el viento acompañe" en su tarea de agitar la enorme bandera de colores con los símbolos de la comparsa.

El mal tiempo fue durante las últimas semanas un quebradero de cabeza para los carnavaleros uruguayos, que vieron cómo el Desfile de Llamadas se aplazaba hasta en dos ocasiones debido al temporal de lluvia y viento que provocó inundaciones, daños materiales y cientos de personas evacuadas en el país.

El buen clima permitió este viernes que el público pudiera disfrutar de un espectáculo que las comparsas llevan meses ultimando en sus locales de ensayo y bajo un estricto secreto.

Las agrupaciones compiten por el premio a la mejor "Llamada", aunque el jurado también otorga galardones a los personajes más destacados.

Las comparsas recorrieron la calle Isla de Flores, considerada como la arteria principal del candombe, que conecta los barrios Sur y Palermo, muy próximos a la rambla costanera que bordea la ciudad junto al Río de la Plata.

En estos distritos, donde todavía hoy reside la mayor parte de la minoría afrodescendiente en Uruguay, surgieron las primeras comparsas, en torno a los conventillos o viviendas comunitarias en las que residían las familias más humildes de Montevideo.

Uno de los conventillos más famosos fue Mediomundo, en el barrio Sur, donde residió durante un tiempo el artista uruguayo Carlos Páez Vilaró, que quedó hechizado con la cultura y la forma de vida de los afrouruguayos.

Páez Vilaró fue precisamente uno de los protagonistas de la jornada al participar este viernes en su último el desfile de las Llamadas con la comparsa de candombe Yambo Kenia, tras varios años de no intervenir por problemas de salud.

A sus noventa años, el artista se vistió y disfrutó de la fiesta como sus compañeros, de la misma manera en que lo hizo durante siete décadas.

Días antes, se había publicado un artículo en el diario uruguayo El País en el que el pintor anunciaba el fin de su "aventura entre tambores" debido a su avanzada edad.

Además de Mediomundo fueron famosos también el conventillo Ansina, en el barrio Palermo, o el conventillo Gaboto, en el distrito del Cordón, y cada uno de ellos desarrolló un estilo de tocar el tambor que permitía diferenciarlos con claridad, según relató recientemente a Efe el investigador Tomás Olivera Chirimini.

Según el experto el nombre de "Llamadas" proviene de una costumbre de los antiguos esclavos africanos de Montevideo, que en sus días libres, como domingos y algunos festivos, recorrían las calles del sur de la ciudad haciendo sonar el tambor para convocar a los demás a una celebración callejera.

Todavía hoy los domingos son un festejo en los barrios Sur y Palermo, y varias comparsas salen a tocar en las calles, en un ensayo de la que será su fiesta grande: el Desfile de Llamadas.

El carnaval uruguayo, que presume de ser el más largo del mundo, arrancó a finales de enero con un desfile por la Avenida 18 de Julio, la principal vía de la ciudad, en el que también participaron otras agrupaciones típicas de estos festejos, como los conjuntos de murga o las parodias.

Debido a la gran cantidad de actos programados, y a los sucesivos retrasos causados por las tormentas, las fiestas durarán hasta marzo, cuando culmine el concurso oficial.

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