Montxo Armendáriz retrata el horror de una joven abusada en 'No tengas miedo'

  • La cinta, protagonizada por Michelle Jenner, Lluís Homar y Belén Rueda, llega hoy a los cines. "No me gusta la explicitud, prefiero sugerir y que el espectador recomponga el puzle. Era un gran riesgo pero pensé que si lo lográbamos, conseguiríamos implicar al espectador", confiesa el director.

Montxo Armendáriz durante el rodaje de 'No tengas miedo'
Montxo Armendáriz durante el rodaje de 'No tengas miedo'
lainformacion.com
Fernando de Luis-Orueta

Es un hermoso día soleado en una agradable ciudad de provincias. La pequeña Silvia camina de la mano de sus padres. Debería ser una escena feliz pero todo resulta amenazador e inquietante. Los adultos no son personas de cuerpo completo sino largas piernas unidas por la cintura, los ruidos son hoscos y el encuentro con unos conocidos, molesto. Pronto sabremos lo que el destino depara a la hermosa Silvia. "No tengas miedo", le dice su padre mientras la recuesta en el sofá.

Han pasado cinco años desde que Montxo Armendáriz estrenó su anterior película, Obaba y hay una gran y lógica expectación por descubrir No tengas miedo, en la que aborda las vivencias de una joven que durante años ha sufrido los abusos sexuales de su padre.

"La película surge de mis amistades con psicólogos y psiquiatras, que me habían hablado de las secuelas que dejan los abusos", explica Armendáriz. "Durante año y medio conocí a varias víctimas y terapeutas. Quería que la película reflejara el horror que supone para esas personas el vivir esas situaciones y el esfuerzo y la valentía para enfrentarse y salir de ahí".

Y para ello, No tengas miedo sigue constantemente a la protagonista, interpretada por Michelle Jenner en la edad adulta. "No quería que la película hablase ni de los agresores –del padre– ni de las madres que miran para otro lado –aunque eso esté ahí–, ni de la amiga que en un momento dado la abraza. Son personajes que aparecen en su deambular diario. Lo que quería contar es la historia de una niña feliz cuya vida queda absolutamente destrozada por un acontecimiento que ni entiende ni sabe bien qué ha pasado".

Aún así, es inevitable retratar a su padre, incorporado por Lluís Homar, "un padre modelo de puertas a fuera". "No es un monstruo ni un señor que lleve un cartel de 'Abusador' grabado, suele ser un hombre muy afable, que tiene un gran puesto de trabajo, poder y disfruta de una vida cómoda y normal, pero que por sus circunstancias personales comete este tipo de atrocidades".

"Hablé con algunos abusadores y muchos de ellos habían sufrido abusos de pequeños, así que están repitiendo conductas que han aprendido. Me he encontrado con casos de abusadores que lloraban como niños diciendo que no sabían que estaban haciendo daño. No lo justifica para nada, pero no podemos quedarnos en estigmatizarles, decir que son unos degenerados y obviarles porque así no solucionamos nada".

El personaje de la madre, que interpreta Belén Rueda, no es mucho mejor. "La madre típica en estos casos mira para otro lado o no se quiere enterar o, incluso, colabora, lo cual es durísimo. El problema es que ella suele ser también víctima del abuso psicológico y de poder del padre. Pero no quise meter en la película este tipo de madre porque entonces había dos abusadas, así que elegí otro tipo: la que es absolutamente egoísta, ve que hay un problema en su familia, dice sálvese quien puede y se va a mejorar mi vida con otro hombre que no cree problemas".

Estos personajes miserables están retratados con una sobriedad angustiosa. "He hecho la película sin apenas diálogos, sin justificar muchas cosas porque no me gusta la explicitud, prefiero sugerir y que el espectador recomponga el puzle. Además, está rodada en plano secuencia, de manera que si algo falla o el plano no funciona, no hay forma de recortar o agilizar. Era un gran riesgo pero pensé que si lo lográbamos, conseguiríamos implicar al espectador".

Con este planteamiento, es lógica la pregunta sobre sus expectativas de recaudación. ¿Irá el público a ver una cinta tan áspera? "Hago la película que me gusta y que creo necesaria", dice Armendáriz. "Lógicamente, quiero que vaya el público y le guste, pero no estoy pensando en la taquilla en sí".

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