Música fantasmal para el capitalismo realista

  • Los grupos de la 'hauntology' ponen los pelos de punta, usan voces espectrales para invocar a los muertos e interpretan con pesadumbre el presente en clave de conversación con el pasado. Cuanto más conocida se hace esta corriente musical, más reniegan de ella sus protagonistas.
Hauntology, una conversación con los fantasmas del pasado.
Hauntology, una conversación con los fantasmas del pasado.
lainformacion.com
Elena Cabrera

Cada día de existencia de este mundo suma más muertos a nuestra historia. Cada día es más difícil vivir por culpa del peso del pasado, lo cual produce una angustia existencial en los creadores postmodernos que les obliga a desembocar por uno u otro derrotero: el nihilismo, el punk o ese purgatorio musical que se ha dado en llamar hauntología.

Hauntology no es un término nuevo. Se viene usando en la música desde hace siete años para referirse a unos sonidos intrincados de percusiones retorcidas, profundas líneas de bajo y melodías hipnóticas cuyos ejemplos más populares se encuentran en los discos de Tricky y los de Burial.

Para el crítico musical Vidal Romero se trata de una "música fantasmal, intoxicante y desacogedora, que habla de un futuro que imaginamos pero nunca existió porque nos engañaron", un concepto que recuerda a la ballardiana "nostalgia del futuro". "Música que oprime el alma y eriza el vello", añade.

El término inglés haunt está asociado a los fantasmas y suele usarse cuando estos nos rondan o cuando encantan una casa. Algo así ocurre con este tipo de música tan producto de nuestro tiempo y de la crisis histórica, económica y existencial: nos obliga a interrogarnos sobre nuestra relación con los muertos.

Hablando en términos estrictamente musicales, parece que la hauntology está asociada al dub y sus raíces jamaicanas. Pero el propio Simon Reynolds, crítico musical y eminente popularizador del término, lo desmiente cuando dice que hay hauntología en la canción de los BeatlesStrawberry Fields Forever. Que los espectros se cuelan mucho antes, desde las raras producciones de grupos pop de los 50 y 60 de Joe Meek -quien decía que escuchaba "un nuevo mundo"- pasando por las manipulaciones de cintas que se hacían en el krautrock o rock alemán de los 70, siguiendo por la psicodelia y derivando en algunos grupos del sello Ghost Box que no suenan ni remotamente a ningún ritmo reggae.

La discográfica Ghost Box se define a sí misma como "un grupo de artistas que encuentran inspiración en el folclore, la electrónica vintage, las bibliotecas musicales y las bandas sonoras televisivas encantadas [haunted]". Esta declaración les emparenta con la remezcla cultural y la narración del presente a partir de las voces de los espectros del pasado.

Precisamente, la académica Wendy Haslem, experta en cine gótico, cultura atómica y otros traumas culturales, define el "haunting" como el "efecto de la modernidad" porque "la espectralidad emerge de la reproducción y la repetición de imágenes".

Llamarás a los cazafantasmas

Julian House, cofundador del sello Ghost Box, es un diseñador gráfico responsable de portadas de discos para Stereolab, Broadcast, Primal Scream o The Prodigy. Cuando a principios de este año murió Trish Keenan, voz y líder de Broadcast, House y su compañero a cargo del sello, Jim Jupp, la citaron como principal influencia de su trabajo. ¿Se sostiene la hauntology aún en 2011, a pesar de este fallecimiento? "La respuesta es sí", asevera Vidal Romero. "A pesar de la muerte de Keenan (Broadcast era uno de los estandartes del género), el sello Ghost Box sigue a pleno pulmón; no paran de aparecer discos que husmean en los archivos de la BBC (John Baker o Delia Derbyshire); acaba de publicarse Tryptich, una recopilación ampliada de los tres vinilos que Demdike Stare editó el año pasado en Type; hay maxi nuevo de Vindicatrix y un DVD fresco de Mordant Music", repasa. Además "otros sellos como Miasmah, Olde English Spelling Bee y Type siguen sacando discos chulos. Y todo eso sin contar con la amplia presencia en listas que tuvo Ariel Pink", sin olvidar que los ya clásicos "Burial y Leyland Kirby sacarán disco este año, que les toca".

Para el crítico británico Simon Reynolds"después de cinco años de existencia muy productiva y provocadora, la hauntology es un campo que puede estar acabado" a pesar de que los artistas principales del género sigan publicando nuevos discos, explica para lainformacion.com. "No sé si nuevas figuras pueden emerger usando estos referentes. La idea fundamental de trabajar con el pasado reciente, con aquello que has crecido y que ha penetrado tu inconsciente musical desde pequeño, debería perdurar y tomar diferentes formas: cada nueva generación de músicos será poseída [haunted] por una diferente era del pop".

En cambio, participantes en el simposio de 2008 Hauntology Now! no quieren ni oír hablar de la palabreja, como Steve Goodman (Kode9), músico y dueño del sello de dubstepHyperdub. Su agente de prensa indica que Goodman, con nuevo disco este año junto al MC The Spaceape rehuye hablar de hauntologías; aunque podremos escucharlas en su disco.

La brujería en la crisis

Marx y Engels anunciaron que "un espectro recorre Europa, el espectro del comunismo", concepto en el que el filósofo Jacques Derrida se basó para inventar el término hauntology en 1993. Después se aplicó a la música y ahora se difunde transversalmente, como en el análisis de Amy Poodle sobre el cómic Los Invisibles de Grant Morrison donde nos explica que en la sociedad post-industrial y post-ideológica la gente se vuelve hacia el pasado para vivir experiencias más auténticas, lo que nos deja en un cuelgue del presente, conversando con los fantasmas de nuestros problemas económicos y sociales no resueltos. Para Poodle, esta experiencia nos lleva a "la idea de una revolución que re-emerge de nuevo".

Porque la música hoy, como se desentraña de la lectura del blog K-punk, escrito por el periodista Mark Fisher, otro ideólogo hauntologista autor del libro Capitalist realism, ni se puede y ni se debe separar de la política.

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