Nacho Vidal: "Tengo cara de malo, pero soy un oso amoroso"

  • El actor porno más famoso de España, Nacho Vidal, comienza a hacer sus pinitos en el cine dramático con cintas como "Impávido", película de acción que estrena este viernes y en la que le han reservado el papel de villano, aunque él reconoce que es en realidad "un oso amoroso".

Madrid, 24 jul.- El actor porno más famoso de España, Nacho Vidal, comienza a hacer sus pinitos en el cine dramático con cintas como "Impávido", película de acción que estrena este viernes y en la que le han reservado el papel de villano, aunque él reconoce que es en realidad "un oso amoroso".

"Nací con una cara equivocada, pero este no soy yo. Tendría que tener cara de oso amoroso", explica en una entrevista con Efe sobre Mikima, su personaje que, en realidad, ya había interpretado hace seis años en el corto del mismo título y director, Carlos Therón.

"Impávido", el largometraje, está protagonizado por Julián Villagrán y Manuel Solo y es la historia de un antihéroe que se ve envuelto en una trama de corrupción, drogas y prostitución en la que la cúpula de toda la trama está en manos de Vidal, conocido por títulos editados directamente en vídeo como "Made in Xpaña" o "Blowjob Impossible".

Contento con su experiencia de abrirse a todos los públicos y a pantallas más grandes y reconociendo que en esta película, como mucho, se le ve en camiseta de tirantes, Vidal no reniega del género que le ha hecho célebre.

"Por mucho que le pese a alguno, el cine porno no tiene nada que envidiar al cine convencional. Trabajamos con maquilladores o iluminadores que llevan veinticinco o treinta años en el oficio. E incluso muchos técnicos están haciendo cine porno porque no hay otro cine en estos momentos", asegura.

"Siempre estaba con la broma de acabar las tomas y preguntar: '¿y aquí cuándo se folla? ¿Cómo que corten? ¿No hay más?", bromea, quien ya había hecho pequeños papeles en la serie "Los simuladores" y reconoce que el cine porno también sufre crisis. "Donde antes ponías uno y ganabas un millón ahora pones uno y ganas diez mil. Pero todavía ganas diez mil".

Vidal, pese a que no aspira a ser un gran actor y se sigue sorprendiendo cada vez que le llaman para una películas "seria", asegura que no cree en la palabra "intrusismo", sino en una vida abierta a todas las posibilidades. "Para mí es muy fácil hacer todo lo que hago. Me divierto y no me crea ningún trauma ni ningún estrés", asegura.

Por ello, presume de que su vida es bastante normal -"a mí me levantan mis hijos a las siete y media de la mañana como a todo padre", asegura- y que no le importa pararse por la calle y hacerse fotos con quien se lo pida.

Pero también se jacta de no tener pelos en la lengua y explicar que su éxito no es casual y que las dimensiones de su arma interpretativa en el cine porno han sido fundamentales. "Ninguna mujer en 'petit comité' te va a decir que el tamaño no importa", sentencia.

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