Neus Català reivindica el papel de las mujeres deportadas y en el exilio

  • Neus Català, que va a cumplir 97 años y que estuvo encerrada en el campo de concentración nazi de Ravensbrück, donde murieron 92.000 mujeres, reivindica el papel de las mujeres deportadas y del exilio, "a menudo olvidadas", lamenta.

Els Guiamets (Tarragona), 26 mar.- Neus Català, que va a cumplir 97 años y que estuvo encerrada en el campo de concentración nazi de Ravensbrück, donde murieron 92.000 mujeres, reivindica el papel de las mujeres deportadas y del exilio, "a menudo olvidadas", lamenta.

En una pausa de su vida "aburrida" desde que voluntariamente decidió, hace un añ,o vivir en el geriátrico de su pueblo natal, Els Guiamets, Neus Català ha presentado hoy "Cenizas en el cielo" (Roca Editorial/Ara Llibres), una novela inspirada en su vida.

Recuerda vivamente Català el año en que la escritora Montserrat Roig fue a verla en París cuando preparaba "Els catalans als camps nazis" (1977).

"Los propios deportados decían que no había habido mujeres deportadas, cuando llegamos a identificar a centenares", recuerda indignada y añade: "las mujeres fueron doblemente olvidadas, como españolas y como mujeres".

Considera Català que "es innegable que los hombres no habrían podido hacer nada sin el apoyo de sus mujeres, de sus madres o de sus hijas", y de ese esfuerzo por hacer visibles a las mujeres nació su anterior libro "De la resistencia y la deportación: 150 testimonios de mujeres españolas".

Diplomada en enfermería en 1937, Català se trasladó en el inicio de la Guerra Civil española a Barcelona, y al final de la contienda cruzó la frontera con 180 niños huérfanos, de la Colònia Negrín de Premià de Dalt, que estaban a su cargo.

Junto con su marido colaboró con la Resistencia francesa e hizo de enlace hasta que fue detenida por los nazis en 1943.

Encerrada y maltratada en Limoges, en 1944 fue deportada a Ravensbrück y luego al campo de Holleischen (Checoslovaquia), donde trabajó en la industria del armamento.

"Es difícil describir lo que una siente cuando entras en el campo. Fue tétrico y cada vez que voy -hacen un peregrinaje cada cinco años- me dicen que cambio de color".

Sin ánimo de protagonismo, insiste en que la novela sirve para reivindicar el papel de las mujeres, que fueron muy importantes para el trabajo de los hombres en la resistencia.

Ella misma hizo de enlace entre cinco grupos y llevaba los mensajes escondidos en el tupé, el "peinado arribaespaña" que estaba de moda en la época.

La autora de la novela presentada hoy, Carme Martí, que trabaja en el Museo de la Vida Rural, conoció a Català cuando preparaba un libro de crónicas rurales.

"Ver una fotografía de Neus vestida con el traje a rayas de los presos del campo después de haber sido liberada me llevó a decidir escribir la novela, con el objetivo de llevar su testimonio de lucha a las nuevas generaciones", ha comentado Martí.

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