"No puedes besar a nadie", inocencia y drama en el régimen de Stalin

  • Lo que podría ser una historia cargada de ternura se convierte en "No puedes besar a nadie" (La Cúpula) en el comienzo de un cómic marcado por el dramatismo de una época en la que el régimen comunista de Stalin no "quería que la gente pensara", como ha contado a Efe Marzena Sowa, la guionista de la obra.

Madrid, 3 oct.- Lo que podría ser una historia cargada de ternura se convierte en "No puedes besar a nadie" (La Cúpula) en el comienzo de un cómic marcado por el dramatismo de una época en la que el régimen comunista de Stalin no "quería que la gente pensara", como ha contado a Efe Marzena Sowa, la guionista de la obra.

"No hemos querido ser didácticas -ha contado Sowa, creadora del cómic junto a ilustradora francesa Sandrine Revel- sino contar la historia a través de la historia. Mostramos el mundo de la época de Stalin, y los lectores, directamente, saben que nos encontramos en un mundo dictatorial y opresivo. Nos ha gustado hablar de los niños, porque la injusticia contra ellos es lo más violento".

Y así lo han hecho ambas trasladando al lector a una escuela de una república socialista en plena sesión de cine propagandístico sobre el régimen de Stalin. Un lugar donde un beso robado entre dos niños desencadena una historia humana, basada en lo que la guionista polaca escuchaba a su abuela y sus tíos.

"Soy polaca y lo que escribo lo saco de mí. Aunque no vivo en Polonia desde hace 13 años, la llevo a donde voy. Esta historia podría ser la de la infancia de mis padres, porque en Polonia me alimentaba de lo que mi abuela y mis tíos me contaban. Todas estas historias se han puso a vivir en mí, y ahora solo tengo que sacarlas con un tono justo", ha confesado.

Para la realización de este cómic, ambas autoras viajaron por Polonia para documentarse y, durante este periplo, se dieron cuenta de que, "aunque el país había cambiado mucho", la mentalidad de los ciudadanos no lo había hecho "a la misma velocidad".

"En Polonia, después de la guerra -ha añadido- no había libertad. Para mi país, la guerra no ha terminado en 45 años. No vivimos en un país libre. Stalin decidía sobre nuestras vidas y sobre todo. Y eso fue una de las fuentes principales para creer en este cómic".

Además, y así concluye, durante este viaje cambiaron la idea original de hacer un cómic sólo con niños como protagonistas: "Teníamos a Viktor y Aghata (los protagonistas del beso robado), pero los otros personajes nos han servido para construir su universo. Queríamos mostrar que el mundo no es o blanco o negro y con mas personajes podíamos mostrar otras visiones del sistema comunista".

Palabras con las que hace referencia a otros personajes adultos, como un padre poeta que esconde sus versos ante el miedo de ser detenido o una profesora de un colegio del régimen comunista que tiene que esconder su condición sexual.

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