Nueva York logra acuerdo sobre la herencia de Brooke Astor tras larga disputa

  • El fiscal general de Nueva York, Eric Schneiderman, anunció hoy un acuerdo en torno a la herencia de la fallecida millonaria Brooke Astor que permitirá repartir unos 100 millones de dólares entre instituciones benéficas tras cinco años de disputas familiares.

Nueva York, 28 mar.- El fiscal general de Nueva York, Eric Schneiderman, anunció hoy un acuerdo en torno a la herencia de la fallecida millonaria Brooke Astor que permitirá repartir unos 100 millones de dólares entre instituciones benéficas tras cinco años de disputas familiares.

Según los términos del acuerdo, que fueron revelados hoy por la oficina de Schneiderman, cien millones de dólares de la herencia se destinarán a instituciones sin fines de lucro, y además se creará un nuevo fondo dotado de 30 millones de dólares solicitado por las autoridades para mejorar la educación de la ciudad de Nueva York.

"Brooke Astor estuvo en el centro de la filantropía de Nueva York durante casi medio siglo. Su legendaria generosidad y carisma tocó a neoyorquinos de todas procedencias. Este acuerdo honra sus deseos finales y beneficiará a lugares históricos de la ciudad así como instituciones educativas y culturales", dijo Schneiderman.

El acuerdo permitirá obtener nuevos fondos a la empresa pública que se encarga de la conservación y el mantenimiento de parques emblemáticos de la Gran Manzana como Central Park, en Manhattan, o Prospect Park, en Brooklyn, así como la New York Public Library, el Metropolitan Museum of Art o el Carnegie Hall.

También se beneficiarán el histórico Valle de Hudson, la Wildlife Conservation Society, el Museo de Brooklyn, la Universidad Rockefeller, la Morgan Library & Museum, o la Universidad de Nueva York, entre otras instituciones culturales y educativas de la ciudad de los rascacielos.

Brooke Astor, una de las damas más conocidas de la alta sociedad neoyorquina que dedicó buena parte de su fortuna a lo largo de su vida a obras de caridad, falleció el 13 de agosto de 2007 a los 105 años, tras pasar sus últimos años de vida aquejada del mal de Alzheimer.

El culebrón de los Astor, como llegó a conocerse el caso en la prensa de Estados Unidos, empezó semanas antes de la muerte de la anciana, cuando su nieto, Philip Marshall, denunció a su propio padre, Anthony Marshall, por cuidar mal de su madre y de gestionar fraudulentamente su fortuna.

El fondo de treinta millones de dólares será utilizado para hacer donaciones de caridad durante un período de cinco años para mejorar la educación en Nueva York, administrado por una institución reconocida sin fines de lucro que será seleccionada por el estado, en consulta con la oficina del Fiscal General.

Además, obras de arte valoradas en unos cuatro millones de dólares se destinarán para beneficiar a organizaciones de caridad, incluyendo la Biblioteca Morgan y el Museo Metropolitano, a través de una subasta organizada por la casa Sotheby's a finales de septiembre en Nueva York.

El patrimonio estaba retenido desde que Astor falleció en agosto de 2007, que dio paso a una larga disputa sobre el testamento, que se complicó aún más después de que en 2009 su hijo Anthony fuera condenado por el robo de millones de dólares de la fortuna de su madre en los últimos años de su vida.

Como parte del acuerdo, Marshall y su esposa, Charlene, también renunciarán a todos los derechos que les dio el testamento para seleccionar las instituciones caritativas que se beneficiarían de la herencia de Astor y consultar con las organizaciones benéficas acerca de cómo sus legados deben ser utilizados.

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