Nuevos cantautores en Libertad 8

  • El Libertad 8, "templo" donde pasaron sus noches cantautores como Pedro Guerra, Rosana o Ismael Serrano, se reinventa dos décadas después gracias a los "micros abiertos", una cita semanal en la que suben al escenario una veintena de músicos desconocidos que buscan su oportunidad.

Lourdes Velasco

Madrid, 2 jun.- El Libertad 8, "templo" donde pasaron sus noches cantautores como Pedro Guerra, Rosana o Ismael Serrano, se reinventa dos décadas después gracias a los "micros abiertos", una cita semanal en la que suben al escenario una veintena de músicos desconocidos que buscan su oportunidad.

Cuenta a Efe el músico Andrés Sudón que, cuando hace casi tres años regresó a vivir a Madrid, se encontró con el foro de los cantautores "estancado", sin el "ambiente" de finales de los 90, y con una programación donde "tocaban los mismos de siempre".

Con la canción de autor en un "estado lamentable" y su local de referencia "casi vacío", Sudón propuso a sus dueños abrirlo a nuevas voces incorporando el formato del 'micro abierto' -en marcha ya en otros locales y ciudades- que permite que hasta 22 autores suban una misma tarde al escenario y compartan sus creaciones.

La cita es semanal y este martes cumple cien ediciones. "Casi la mitad de los conciertos del Libertad se programan ahora con gente que ha salido de los 'micros abiertos'; creo que eso ya es suficiente muestra de hasta qué punto ha funcionado", explica Sudón a Efe.

Dani Fernán es un gaditano que asiste habitualmente a las citas del Libertad y que acaba de publicar su primer disco en solitario. "Mi disco no se entiende sin los 'micros abiertos'. A la mitad de los músicos que lo han grabado conmigo los conocí ahí, e incluí un tema compuesto para uno de los talleres", relata a Efe.

Para muchos, las citas de los martes se han convertido en un estímulo para el aprendizaje y la creación. "Ver a los otros actuar te sitúa frente a tu propio espejo: te das cuenta de lo que admiras, observas en otros lo que tienes claro que no quieres hacer y ves cómo van evolucionando los demás y también tú mismo", explica a Efe el violinista y autor Manu Clavijo.

Se ha generado un ambiente casi familiar, de una confianza muy íntima, que lleva a muchos de los participantes de los "micros" a colaborar unos con otros y a montar conciertos juntos. "Ahora no hay pastel discográfico que repartir: nosotros colaboramos, compartimos, crecemos musicalmente juntos, y para eso dejamos el ego de lado", reflexiona Clavijo.

Si hay alguien "enganchada" a la adrenalina del Libertad es Marta Plumilla, la autora que más veces ha asistido a las citas, y además llevando siempre una canción diferente. "Todas mis canciones son de un tiempo hacia aquí. Siento una necesidad tremenda de contar lo que me pasa", dice a EFE.

Pablo Bermejo, arquitecto de profesión, ve en las citas de los martes una "terapia" con la que llenar el "vacío creativo" en el que le ha sumido la crisis económica. "Antes me expresaba mediante el diseño arquitectónico, pero ahora hago trabajos administrativos, de manera que vengo aquí y creo canciones", relata Bermejo, que hace unas semanas ofreció su primer concierto en solitario.

De martes en martes, los "micros abiertos" del Libertad 8 han proyectado 350 voces diferentes, aunque el espacio se abre también a poetas. Algunos de los que más repiten se han ido ganando un público minoritario pero suficiente para seguir tocando.

"Aquí eres tu propio manager. Cuando te dan una fecha en un local tienes que moverte por redes sociales y tirar de amigos para llenar: eso es clave para seguir tocando", explica Manu Clavijo, quien cree que eso favorece además que el trato con el público sea muy cercano, casi de amistad.

Sin industria ni cazatalentos, la canción de autor se va reinventando y se ubica en locales pequeños donde la colaboración es clave para seguir expresándose en libertad.

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