Oreja para Escribano y Fandiño ante una brava corrida de Jandilla en Valencia

  • Paco Aguado.

Paco Aguado.

Valencia (España), 14 mar.- Dos solitarias orejas pasearon Manuel Escribano e Iván Fandiño hoy en Valencia (centro este), después de lidiar la que, en conjunto, fue una brava y exigente corrida de la ganadería de Jandilla, en el sexto festejo del abono fallero.

FICHA DEL FESTEJO.- Cuatro toros de Jandilla, el sexto como sobrero, y dos -primero y quinto- de Vegahermosa, muy bien presentados, con cuajo y buenas hechuras, tres de ellos de muy bravo juego.

Manuel Jesús "El Cid": dos pinchazos, media desprendida y descabello (silencio tras aviso); pinchazo y estocada (vuelta al ruedo tras petición de oreja).

Manuel Escribano: bajonazo trasero (oreja); pinchazo y metisaca en "los bajos" (silencio).

Iván Fandiño: pinchazo y estocada trasera (oreja tras aviso); dos pinchazos y estocada desprendida (silencio).

El Cid fue atendido en la enfermería de un corte en el dedo anular de la mano derecha que necesitó de tres puntos de sutura.

En cuadrillas, destacaron con los palos Alcalareño, que saludó en el cuarto, y Jesús Arruga.

La plaza tuvo algo menos de media entrada.

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LA BRAVURA PIDE MANDO

Después de la lidia de varias corridas y novilladas de bravura más aparente que real, hoy se lidiaron varios toros que hicieron patente la realidad de ese concepto tantas veces tergiversado o confundido en los últimos tiempos.

Bravos, verdaderamente bravos, hubo al menos tres toros de Jandilla dentro de una corrida que unió cuajo, seriedad y buenas hechuras y que, de momento, fue la mejor de las hasta ahora lidiadas en la feria de Fallas.

Bravo fue, por ejemplo, el segundo, al que Escribano cortó la primera, y benévola, oreja de la tarde. Ya desde el saludo a portagayola del torero sevillano, el de Jandilla repitió con son y nobleza al capote, hasta el punto de permitir un breve y ligero duelo de quites entre su matador y Fandiño.

Después de que lo banderilleara el propio Escribano, el toro siguió manteniendo la calidad de su embestida en un inicio de faena en el que el de Gerena muleteó con las dos rodillas clavadas en los medios. Pero a partir ahí llegó una acumulación de pases ventajistas con los que no aquilató la buena condición de un animal al que mató de un feo bajonazo.

Muy bravo resultó el siguiente toro en orden de lidia, un tercero rematado de carnes al que Iván Fandiño pudo ligar varias verónicas también hincado de rodillas sobre la arena.

Tuvo mucha enjundia el inicio del trasteo del vizcaíno, con estatuarios y pases por bajo muy templados a un toro al que debió castigar algo más en varas porque se le fue remontando a medida que le alternaba los pases con las dos manos.

Además, aunque firme y decidido en todo momento, Fandiño no siempre acertó a llevar sometidas tan fuertes embestidas, haciendo que el entusiasmo inicial fuera decayendo. Aun así, un final de faena muy ajustado logró levantar de nuevo el ambiente hasta provocar la petición y la concesión de esa segunda oreja de la tarde.

También bravo, aunque no fácil, fue el cuarto, que, si bien flojeó de remos en los primeros tercios, se recuperó por completo en el último. El Cid, tan movido e inseguro como con el rajado primero de la corrida, dudó tanto con él que el de Jandilla acabó por propinarle una feísima voltereta, en la que fue zarandeado violentamente.

Como en un milagro, el sevillano salió del percance con un simple corte en un dedo, del que fue atendido después de que el cariñoso público valenciano le pidiera una oreja que no había merecido.

Más tarde, ni Escribano -con un quinto que se encogió y se paró, aparentemente afectado por una lesión interna- ni Fandiño -ligero y descentrado con la espada ante el manejable sexto- pudieron rematar la tarde ante los segundos toros de su lote.

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