Pablo Iglesias considera 'totalitario' cortar el Adsl a quien se descargue una película

    • El europarlamentario considera que Bruselas es "un buen sitio para hacer un guión de cine".
    • El líder de Podemos afirma que "después de oír el discurso de Jean-Claude Juncker en el Parlamento Europeo me dieron ganas de decirle que nos fuéramos al cine porque ahí nos íbamos a entender mejor que hablando de política".

El líder de Podemos y eurodiputado Pablo Iglesias, en el Parlamento Europeo.
El líder de Podemos y eurodiputado Pablo Iglesias, en el Parlamento Europeo.

El europarlamentario y líder del partido Podemos, Pablo Iglesias, consideró este sábado "una medida totalitaria" cortar el ADSL a alguien que se baja una película por Internet.


"A nivel personal, cortar el ADSL a una persona por bajarse una película sin ánimo de lucro no me gusta. Comprendo la complejidad de estas cuestiones, y hay que trabajar para conciliar los intereses de todos. Esas medidas totalitarias no me gustan", explicó Iglesias en una entrevista concedida al programa 'La Script' de la Cadena Ser, recogida por Servimedia.


Del mismo modo, considera que Bruselas es "un buen sitio para hacer un guión de cine", al tiempo que afirma que "después de oír el discurso de Jean-Claude Juncker en el Parlamento Europeo me dieron ganas de decirle que nos fuéramos al cine porque ahí nos íbamos a entender mejor que hablando de política".


A su vez, Iglesias defiende la sátira política como "un espacio de salud democrática. Por esa razón no me gusta que haya figuras intocables ni el secuestro de portadas como las de El Jueves".


Por otra parte, Iglesias sostiene que en España existe una deuda pendiente a la hora de reflejar acontecimientos de su historia más reciente. De hecho, defiende la "osadía de gente como Luis García Berlanga o Juan Antonio Bardem, quienes en un tiempo tan difícil como el franquismo, fueron capaces de burlar la censura para criticar el tiempo que les tocó vivir".


Sin embargo, se muestra crítico con el cine que se hizo en España en la década de los ochenta, cuando, a su juicio, hubo dos maneras de enfocar el pasado. La primera de ellas la representaría Pilar Miró, quien apostó por "remontarse al Siglo de Oro para alejarse de asuntos espinosos", mientras que la segunda la encarnaría el propio Berlanga, quien en 'La vaquilla' muestra "una equidistancia entre los dos bandos, que no es fácil de comprender en alguien que hizo películas como 'La escopeta nacional', que representan lo que es la casta".


Por esa razón, Álex de la Iglesia en 'Balada triste de trompeta'"rompe con esa dinámica y se ríe de todo lo casposo que tiene la derecha española".


Por último, el líder de Podemos subrayó que "no es fácil ser Clint Eastwood en el Parlamento de Bruselas. Cuando veo a muchos de los de los diputados por los pasillos me dan ganas de mostrarles películas para explicarles las consecuencias de sus políticas".

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