Paco de Lucía: "Vámonos todos para Baleares, que aquí hace mucho frío"

  • Paco de Lucía fue un amante de la naturaleza y de Mallorca, donde vivió durante unos años en una casa perdida en medio de la nada en el municipio de Campos, y tal era su pasión por el archipiélago que llegó a exultar con frases como ésta: "Vámonos todos para Baleares, que aquí hace mucho frío".

Palma, 26 feb.- Paco de Lucía fue un amante de la naturaleza y de Mallorca, donde vivió durante unos años en una casa perdida en medio de la nada en el municipio de Campos, y tal era su pasión por el archipiélago que llegó a exultar con frases como ésta: "Vámonos todos para Baleares, que aquí hace mucho frío".

De Lucía, fallecido hoy, se expresó así en la Feria Internacional de Turismo de Londres en 2007, adonde se marchó con su guitarra a promocionar las islas Baleares.

Tras intervenir en el World Travel Market, una de las grandes citas mundiales del sector turístico, se despidió con una broma a modo de recomendación: "Después de esto creo que debéis ir a casa, hacer la maleta y... ¡Vámonos todos para Baleares, que aquí hace mucho frío!".

"En Mallorca encontré la magia y la inspiración para trabajar", además de "la paz, la serenidad y el sosiego que había estado buscando durante años", confesó entonces el maestro, que se enamoró de la isla de casualidad.

Descubrió este trozo de tierra bañada por el Mar Mediterráneo a raíz de la invitación que le hizo su amigo Bernat Amengual, para pasar una temporada en su casa de la pedanía de S'Horta.

El músico algecireño se hizo con una casa en el campo, en un municipio que linda con el mar que durante décadas alojó la mayor parte de las explotaciones de ganado vacuno de la isla. .

En la isla disfrutaba de la naturaleza y de los frutos de la tierra, como el pan con aceite de las aceitunas de los árboles de su huerto y la sobrasada untada en pan payés, junto al café que desayunaba.

Tras una "vida estresante y desasosegada viajando continuamente", Paco de Lucía descubrió el "paraíso" en este municipio, donde su alcalde, Sebastiá Sagreras, destacaba hoy a Efe la discreción del artista que ansiaba tanto la paz de esta parte la isla aún tan virgen.

El genio flamenco dedicó en Londres un sinfín de elogios al archipiélago, pero también criticó que las islas iban hacia su "construcción masificada", hecho que tildó de "barbaridad".

"El tesoro de la islas -advirtió el músico- es su naturaleza. Si nos cargamos la naturaleza, ya no quedará nada (...) y dejará de ser un sitio para soñar y tocar la guitarra".

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