París expone la obra de Paul Durand-Ruel, descubridor de los impresionistas

  • María Luisa Gaspar.

María Luisa Gaspar.

París, 7 oct.- El descubridor de los impresionistas, el marchante Paul Durand-Ruel (1831-1922), protagoniza a partir de hoy una exposición que reúne 80 obras maestras de Manet, Renoir, Monet y sus compañeros de pincel e ilustra su trayectoria hasta alcanzar el éxito internacional.

Presentada hasta el próximo 8 de febrero en el Museo del Luxemburgo, la exhibición era considerada desde hace tiempo como uno de los últimos grandes proyectos sobre el impresionismo que quedaba por tratar en ese formato, según indicó a Efe su comisaria francesa, Sylvie Patry, conservadora jefe del Museo de Orsay.

Para hacerla posible, unió esfuerzos junto con sus colegas de la National Gallery de Londres Anne Robbins y Christopher Riopelle, y del Philadelphia Museum of Art Jennifer A.Thompson y Joseph J.Rishel, donde podrá verse después de París.

Al interés de los expertos y la garantía de éxito que conlleva toda gran exposición sobre los impresionistas, se sumó el deseo de mostrar sus obras por parte de los herederos de Paul Durand-Ruel, quienes en los años 70 del siglo pasado cerraron ya su galería con un homenaje al impresionismo.

Aunque sin dedicación exclusiva, los comisarios tardaron cuatro años en llevar a término este homenaje museístico al primer marchante que apostó por los impresionistas y de quien uno de sus más eminentes representantes, Claude Monet, diría que le debían "todo".

"Sin Durand habríamos muerto de hambre todos los impresionistas", recordaba al final de su vida el autor de "Impresión, sol naciente" (1872), cuadro que justo ahora en el Museo Marmottan de París es objeto de una monográfica sobre su génesis.

El propio Durand descubrió el poderío de su arte ya en Londres, entre 1870 y 1871, refugiado allí durante la guerra franco-prusiana y la Comuna, y conoció a Manet y Pissarro, un decenio después de que expusiesen su trabajo en el Salón de París sin apenas obtener ecos positivos.

En el Museo de Luxemburgo, el límite es cronológico y se concentra entre 1869 y 1905, dos momentos clave en la historia del impresionismo y de Durand-Ruel, quien, sin llegar a inventarla, "impuso la figura del marchante de arte como alguien importante en la carrera del artista y en su relación con el público", subrayó la comisaria.

Aunque él heredó la galería paterna en 1685 y había comenzado a trabajar en ella años antes, la muestra comienza en 1869, porque es cuando empieza realmente a dejar su huella, interesado en pintores como Delacroix, la Escuela de Barbizon y Rousseau, a quienes comienza a comprar mucha obra.

Es el momento en el que su galería cambia de barrio, se asocia con otro marchante y crea una revista, recordó Patry, quien de Durand-Ruel resaltó el contraste entre su personalidad y modo de vida muy conservador -monárquico, padre de familia, ferviente católico- y la audacia de su gusto artístico.

Una audacia que le llevó a admirar a artistas que revolucionaron la pintura de su tiempo, con quienes no solía compartir opiniones ni posiciones políticas.

Desde principios de los años 70 del siglo XIX, el ya poderoso marchante, que luego abriría sucursales en el Reino Unido, Bélgica y Estados Unidos, se centra en los impresionistas, en un momento el que todavía tan solo algunos pequeños marchantes sin muchos medios se interesaban en ellos.

La exposición concluye en 1905, con la gran exposición que él organiza en Londres, en las Grafton Galleries, con más de 300 obras de Manet y los impresionistas, cerrando así una aventura iniciada treinta años antes en esa misma ciudad.

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