Pérez Andújar novela la épica de las Misiones Pedagógicas de la II República

  • Barcelona.- El escritor barcelonés Javier Pérez Andújar convierte en materia literaria la épica de las populares Misiones Pedagógicas republicanas, que llevaban bibliotecas escolares y cine a la España rural, en su última novela, "Todo lo que se llevó el diablo".

Pérez Andújar novela la épica de las Misiones Pedagógicas de la II República
Pérez Andújar novela la épica de las Misiones Pedagógicas de la II República

Barcelona.- El escritor barcelonés Javier Pérez Andújar convierte en materia literaria la épica de las populares Misiones Pedagógicas republicanas, que llevaban bibliotecas escolares y cine a la España rural, en su última novela, "Todo lo que se llevó el diablo".

En una entrevista concedida a Efe, Pérez Andújar señala que su novela tiene "una relación estética con el western".

En el libro se mezcla "un punto de melancolía", por aquello de tantas cosas que se quisieron hacer y fracasaron, pero también tiene, en palabras del autor, "una invocación al mal, con una violencia recurrente".

"Todo lo que se llevó el diablo" (Tusquets) es una recreación de la cultura popular durante la Segunda República, en la que los personajes reales se mezclan con los de ficción.

La novela narra la historia de tres jóvenes maestros, un hombre y dos mujeres, que salen en un camión cargado de libros dispuestos a montar en una aldea de la sierra de la Culebra (Zamora) una biblioteca escolar, proyectar cine, hacer títeres; y en su camino se cruza un adolescente descendiente de loberos, que viaja solitario en busca del único familiar que le queda.

El idealismo de los maestros entrará en colisión con una tierra brutal, donde la estampa no difiere mucho del documental sobre las Hurdes de Buñuel, con alcaldes que no siempre recibían con los brazos abiertos a los maestros y sus libros.

La violencia y la ambientación de la acción narrativa en "una tierra de frontera" es lo que emparenta la novela con el género del western, con el que, según Pérez Andújar, también tiene en común "los diálogos, la acción, los tiros y las persecuciones".

La idea de novelar sobre las Misiones Pedagógicas ya anidó cuando el autor estudiaba Filología: "Pasé la fiebre de la Edad de Plata y allí conocí el trabajo de Luis Bello, periodista que había viajado por escuelas de toda España, unas visitas que propiciaron las misiones pedagógicas después de constatar que había 1,5 millones de analfabetos".

El programa pretendía, recuerda Pérez Andújar, crear 27.000 escuelas y 7.000 puestos de maestros.

Aquellos voluntariosos maestros iban al límite, hasta "la última frontera a la que llegaron los pioneros, pueblos inaccesibles, sin carreteras".

En opinión del escritor barcelonés, "la República quiso salvar por la cultura el nivel de vida; quería primero un pueblo culto para aumentar el nivel de vida, y eso implicaba no sólo bibliotecas, sino también difundir las normas de higiene elementales".

Acepta el autor que en sus novelas hay una mirada al pasado, "una continuidad cronológica, aunque como las novelas cambian de tiempo, también lo hace la perspectiva".

En resumen, "escribo sobre las luchas de las clases populares por acceder a la cultura, por el derecho de la gente por acceder a cualquier tipo de cultura".

A pesar de esta mirada a la historia que comparte con su primera novela, "El príncipe valiente", considera Pérez Andújar que "hay un volantazo de una a otra, pues mientras la primera está escrita en una prosa lírica, en un tono más Umbral, en esta última hay más acción, está más cerca de la prosa narrativa".

Piensa que si hay cambios de registro en cada libro que escribe, si se sorprende a si mismo, "será más fácil de sorprender al lector".

"Todo lo que se llevó el diablo" ha servido al escritor para "mostrar el ADN de la derecha española", que ya se hace evidente con la intervención del gobierno de la CEDA para evitar que no triunfaran las Misiones Pedagógicas.

"A excepción de la reforma agraria, todos los temas que hoy están en el debate político, incluida la desafección de Cataluña, ya lo estaban durante la República, lo que demuestra que la historia es circular o que nuestro registro es tan limitado que no nos salimos de cuatro actos y siempre los vamos repitiendo", apunta.

Percibe Pérez Andújar una diferencia entre el compromiso "físico" de aquellos intelectuales de la República, con el "compromiso aparente y sospechoso" de los intelectuales actuales que se conforman "con una firma, una foto y encima venden más libros".

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