Pérez Azaustre gana el "Gil de Biedma" con poema vida y leyenda del siglo XX

  • El escritor cordobés Joaquín Pérez Azaustre (1976) ha ganado hoy el XXIII Premio de Poesía en memoria de Jaime Gil de Biedma, con una obra que el autor concibe como "una especie de vida y leyenda del siglo XX y sobre cómo estamos ahora, donde se cuestiona la actualidad".

Segovia, 14 jun.- El escritor cordobés Joaquín Pérez Azaustre (1976) ha ganado hoy el XXIII Premio de Poesía en memoria de Jaime Gil de Biedma, con una obra que el autor concibe como "una especie de vida y leyenda del siglo XX y sobre cómo estamos ahora, donde se cuestiona la actualidad".

En representación del jurado, el poeta Pere Gimferrer ha definido el poemario ganador, titulado "Vida y leyenda del jinete eléctrico", en referencia a la película de Sydney Pollack, como una "obra unitaria de gran novedad".

Según Gimferrer, "realiza tentativas que había esbozado años atrás la generación novísima, tiene una presencia importantísima en ella la vanguardia extranjera, pero el ritmo y muchas esencias son muy españoles, es una obra distinta de casi toda la poesía que se publica y de un muy alto nivel literario".

El premio, convocado por la Diputación de Segovia, que rinde tributo a la obra del poeta de la llamada generación de los cincuenta Jaime Gil de Biedma, está dotado con 10.000 euros y un accésit de 3.000 euros.

El accésit lo ha obtenido el autor mexicano César Anguiano Silva, de Colima, con "La sangre y las cenizas", calificado como un "poemario estremecedor, instalado en el méxico doliente", según el coordinador del galardón, Gonzalo Santonja.

El presidente del jurado y de la diputación, Francisco Vázquez, ha destacado la alta participación, al concurrir 781 obras de 36 países y supone un nexo de unión entre todos los hispanohablantes.

Pérez Azauste ha explicado a Efe sobre la obra ganadora, que es un solo poema, largo, sin puntuación, dividido en fragmentos y que se puede leer de corrido, en el que se utiliza como referencia algunas películas de Robert Redford.

A través de sus imágenes simbólicas, establece un diálogo entre lo confesional, la actualidad geopolítica, la poesía y los textos que han escrito otros compañeros poetas de su generación, así como el compromiso de la poesía con el lenguaje y la ética.

Es como un poema largo, sostiene Pérez Azaustre, "en el que cabe todo, un poema río, como el río de la vida, transcurren muchas cosas, donde las referencias cinematográficas aparecen de manera esencial, estableciendo un cuestionamiento sobre la identidad política y la democracia".

Sobre la concesión, el también ganador de premios como el Adonais o el Loewe, ha subrayado que le hace especial ilusión ya que recibió un accésit en 1976, y además se siente muy afín a Gil de Biedma, un poeta muy importante en su formación como escritor. EFE

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