Periodistas suecos tachan su condena en Etiopía de "escándalo internacional"

  • El fotógrafo Johan Persson y el reportero Martin Schibbye, ciudadanos suecos indultados por el Gobierno etíope tras una condena en 2011 a once años de cárcel por apoyar el terrorismo, calificaron hoy su juicio de "escándalo internacional" y de "farsa".

Copenhague, 14 sep.- El fotógrafo Johan Persson y el reportero Martin Schibbye, ciudadanos suecos indultados por el Gobierno etíope tras una condena en 2011 a once años de cárcel por apoyar el terrorismo, calificaron hoy su juicio de "escándalo internacional" y de "farsa".

"Nunca vamos a olvidar que es un escándalo internacional que nos condenaran a once años de cárcel por hacer nuestro trabajo. Eso es lo principal", afirmó Schibbye en Estocolmo, adonde habían llegado horas antes después de ser liberados hace cuatro días.

Las autoridades de Addis Abeba indultaron a Persson y Schibbye como parte de una amnistía masiva a unos 2.000 presos en vísperas del Año Nuevo etíope.

"Después de haber estado 438 días en un campamento para prisioneros y no poder decir lo que pensábamos o sentíamos, el sentimiento más fuerte no es la libertad física de las cadenas, sino tener libertad de expresión", dijo Schibbye.

Los informadores suecos denunciaron que, durante su estancia en prisión preventiva, vieron que en todas las celdas había "políticos y periodistas acusados de terrorismo" detenidos junto con ellos.

"Etiopía nos encarceló como periodistas, pero no calló el periodismo. En estos 14 meses hemos vivido cosas únicas", aseguró el reportero en rueda de prensa transmitida por el canal público SVT.

Persson y Schibbye fueron arrestados el 30 de junio de 2011 en Ogadén (sudeste de Etiopía) en un enfrentamiento entre fuerzas etíopes y el Frente de Liberación Nacional de Ogadén (FLNO), grupo de etnia somalí que lucha por la secesión de esa región.

"Hay dos formas de entrar en Ogadén: en un viaje publicitario con el Ejército etíope o una petrolera, o con el FLNO. Elegimos la parte más débil", precisó Persson.

Querían hacer un reportaje de las multinacionales petroleras que operan en la zona, con especial atención a la sueca Lundin.

Persson y Schibbye resultaron heridos y, a cambio de ayuda médica, tuvieron que soportar amenazas y ejecuciones ficticias, además de participar en un vídeo que luego se usó en el juicio contra ellos.

"Estuvimos en el desierto hasta el 4 de julio, cuando nos reunimos con el embajador. Fueron los días más largos de nuestras vidas. Aceptamos salir en un vídeo para que no nos dispararan. Queríamos tener pruebas de que estábamos con vida cuando nos capturaron", explicó con la voz entrecortada Schibbye.

Acatar la sentencia y luego solicitar el indulto en vez de apelar fue una decisión consciente, aunque "dolorosa", ya que en caso contrario se arriesgaban a "quedar encerrados once años y morir".

La actuación de las autoridades suecas y en especial del ministro de Asuntos Exteriores, Carl Bildt, ha sido cuestionada, aunque, señalaron los periodistas, es "demasiado pronto" para pronunciarse sobre "qué ha hecho o qué no ha hecho el Gobierno por nosotros".

En el caso de Bildt se critica también su papel en Lundin, de cuyo consejo de administración formaba parte hasta un mes antes de que la compañía firmara un contrato para operar en Ogadén.

El proceso contra los periodistas suecos se convirtió en una batalla por la libertad de prensa en Etiopía, país al que Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha acusado de usar sus leyes antiterroristas para atacar la libertad de expresión.

"Cuando cruzamos las verjas el lunes, otro preso se levantó y me agarró. 'Martin y Johan, prometed que contaréis al mundo lo que habéis visto'. Ese trabajo comienza hoy y durará mientras vivamos", afirmó Schibbye.

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