Pierre Boulez: vivir para "rehacer el mundo"

  • Javier Herrero.

Javier Herrero.

Madrid, 19 jun.- "Rehacer el mundo", esa ha sido la máxima que ha empujado la extensa y reverenciada carrera de Pierre Boulez, compositor iconoclasta, director de orquesta renovador, profundo pensador y tenaz pedagogo, que recibirá mañana en Madrid el premio "Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento" de Música Contemporánea.

"La música me lo ha dado todo y yo me he dado a la música", ha dicho en rueda de prensa el músico, que quiso aprovechar "unos dones que estaban ahí" aplicando siempre la "severidad" en su trabajo, en busca de un beneficio personal: "el aprendizaje".

Así han pasado más de 60 años de trayectoria, que arrancaron después de los desastres de la II Guerra Mundial y que resultan fundamentales para entender el arte del siglo XX, con aportaciones como el llamado "serialismo integral" y que, en palabras llanas, significaron "imaginar el mundo de una forma diferente para no volver a los problemas" de 1939.

"Lo que caracterizó a mi generación fue el esfuerzo por crear un mundo nuevo, por ir más allá de lo que era tabú y redefinir el mundo", ha explicado este genio francés, nacido en Montbrison en 1925, que a los 88 años presentará esta noche en el Teatro Real de Madrid su obra "Notations".

Boulez es una de las figuras centrales de la llamada "Vanguardia Histórica" surgida en los años cincuenta en Darmstadt (Alemania) y está considerado como el vínculo entre sus maestros, otros artistas coetáneos y la generación posterior de artistas actuales.

Las huellas del tiempo impresas en su físico no parecen haber quedado registradas en un espíritu empeñado en librar aún la que considera "la batalla no ganada": "interesar a la gente en la creación musical" y elevar esta disciplina al nivel de las otras ramas de la cultura, sobre todo el de las artes plásticas, cuyo estatus ha dicho envidiar.

Para ello, considera fundamental hacer partícipe al público del "mismo recorrido que hizo el compositor en el acto creador", de la reflexión de por qué se hace una obra, un principio que guió la pintura de Paul Klee, una de sus pasiones, y también su propia vida.

El que fuera fundador y durante dos décadas director del prestigioso Institut de Recherche et de Coordination Acoustique/Musique (Ircam) cree que es fundamental romper el círculo cerrado en el que se han movido los compositores contemporáneos, limitados a crear para sí mismos, y acercar su obra al público con espíritu pedagógico.

Precisamente esa ha sido una de las motivaciones esgrimidas por el jurado del premio. Como director de orquestas tan prestigiosas como la de Chicago o la Filarmónica de Nueva York, "ha defendido a los compositores contemporáneos, ha renovado el repertorio orquestal y ha redefinido la programación de conciertos, para conducir al público hacía una nueva comprensión de la música", reza el fallo.

Boulez ha lamentado de nuevo en su comparecencia la marginación que han sufrido y sufren en los programas de festivales y entidades las obras del siglo XX frente a la música clásica, que Claudio Monteverdi fagocite siempre a Karlheinz Stockhausen, lo que en su opinión es "una falta de cultura y algo nocivo".

"Feliz y conmovido" por el premio de la Fundación BBVA, ha dicho que este tipo de galardones ratifican que su "esfuerzo" por variar este panorama "no ha sido en vano" y ha destacado dos cualidades imprescindibles para el artista: "la generosidad y la paciencia".

"Me intereso por todo lo nuevo, no hay nada más satisfactorio que encontrar a un joven de 20 años que crea algo aún imperfecto pero en lo que hay madera y ayudarle a impulsar su don", ha dicho el incansable maestro, siempre atraído por la originalidad.

Optimista y tenaz, cree que la música aún tiene un propósito "de combate con las personas que queremos que sean mejores", porque "cuanto más nos acerquemos a la música, mejor nos irá en el mundo".

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