El maestro Ribera también fue un joven aprendiz de pintor

  • Los primeros años de creación del pintor José de Ribera han estado siempre rodeados por el misterio y el desconocimiento. Ahora, una exposición en el Museo del Prado intenta arrojar un poco de luz a los comienzos del maestro. La muestra 'El joven Ribera' abre hoy sus puertas.

La clave está en la atribución a José de Ribera del cuadro 'El Juicio de Salomón', hecho que ha servido para dilucidar los primeros años de su actividad pictórica. Mostrar al público los resultados del intenso debate que en los últimos años ha generado la temprana obra de Ribera es el objetivo de la exposición que hoy se inaugura en el Museo del Prado madrileño. Una vez dentro, lo que el visitante se encontrará será 'El joven Ribera', una muestra de 32 obras pintadas en Roma y Nápoles entre 1610 y 1622.

Nacido en Xàtiva (Valencia), en 1591, José de Ribera emigró a una edad muy temprana a Italia, cuna del arte. Empezó su periplo por el norte del país hasta que decidió mudarse a Roma, donde empaparse del saber hacer y del estilo de los grandes artistas del momento y de la antigüedad. Allí, en la capital italiana, recaló en 1610. Empapado por el arte de Caravaggio, el joven Ribera ha sido durante siglos un misterio con muy pocas obras en su currículum inicial.

Instalado en Nápoles 2013ciudad en la que falleció en 16522013 desde 1616, Ribera era conocido por muchos como el 'spagnoletto'. Hasta ahora, sus primeros años eran prácticamente un misterio indescifrable. A comienzos del presente siglo y gracias a la investigación del italiano Gianni Papi su vida y obra han dado un giro hacia un conocimiento más profundo. Él fue quien encontró indicios para atribuir al joven Ribera varias decenas de obras que hasta entonces había sido anónimas. Desde entonces, historiadores y especialistas han participado en un intenso debate todavía sin cerrar cuyos resultados pueden verse en la exposición que hoy se abre en el Museo del Prado.

Javier Portús, Jefe de Conservación de Pintura Española del Prado, explica en un vídeo colgado en la web del museo que 'Ribera, como buen pintor de su tiempo, estaba muy interesado en la representación de la expresión y de las emociones y las imágenes de martirio, de tortura, de penitencia, constituían para él un campo muy adecuado para ahondar en ese tipo de investigaciones'.

Caracterizado por un lenguaje naturalista y una paleta cromática tirando a los tonos terrosos en sus inicios, Ribera siempre mostró interés por una marcada anatomía en sus pinturas. Descriptivo, intenso y dramático, la Biblia fue un auténtico manantial de inspiración para su obra. Con un estilo muy marcado y personal desde sus primeras pinceladas, Ribera no cayó en la comodidad y el apalancamiento, sino que a lo largo de sus muchos años de creación siguió explorando el arte pictórico en busca de nuevas técnicas y formas de plasmar las emociones. Maestro del tenebrismo y de la herencia de Caravaggio, su figura es clave en el arte del siglo XVII.

Datos prácticos sobre la exposición

La muestra se divide en varios espacios recorriendo los primeros pasos con la paleta y el pincel de Ribera. Todo arranca con 'José de Ribera versus Maestro del Juicio de Salomón', obra clave que ha supuesto la atribución de decenas de pinturas al artista valenciano en los últimos años. Le sigue 'Ribera en Roma: los cuadros de historia'. En este apartado se encuentra ubicada otra de sus pinturas de reciente atribución, 'El martirio de San Lorenzo', procedente de la Basílica del Pilar de Zaragoza.

La tercera etapa lleva por nombre 'Entre Roma y Nápoles: medias figuras'. Las figuras aisladas y en pareja de medio cuerpo, la mayoría representado a santos del Nuevo Testamento, fueron un tema recurrente en aquella época. La muestra se cierra con 'Ribera en Nápoles'. En esta ocasión, el formato apaisado y con muchos personajes deja paso al vertical con temas que plasman a la devoción y la Pasión.

La muestra 'El joven Ribera' permanecerá abierta al público hasta el próximo 31 de julio. Complementando el itinerario habitual, el museo ofrece la posibilidad de participar en uno didáctico de forma gratuita. Solo hay que inscribirse 15 minutos antes de que dé comienzo la actividad en el punto de encuentro del Área de Educación (vestíbulo del Edificio Jerónimos). Además, también han sido programados un ciclo de conferencias, un curso monográfico y varias actividades más como complemento a la exposición. Los horarios y días pueden consultarse en la web del museo.

Y para quienes no puedan desplazarse al Prado, en la web del mismo se ha colgado una visita interactiva que ofrece la posibilidad de contemplar las 32 obras expuestas y descubrir online todo lo referente a la figura de Ribera. Además, existe la posibilidad de visualizar un interesante vídeo explicativo en el que el especialista Javier Portús analiza la evolución del artista comparando algunas de sus primeras obras con otras que ya estaban en posesión del Prado. Un paseo muy tentador para los aficionados al arte más inquietos.

M. J. Arias
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