¿Pirata o "cowboy"?

  • Cuando era pequeño, ¿qué quería ser usted de mayor? ¿Vaquero ("cowboy") o pirata? Quizás, como Guillermo Brown, alternaba usted en sus juegos los episodios del Far West con aventuras por aguas del Caribe...

Caius Apicius

Madrid, 13 mar.- Cuando era pequeño, ¿qué quería ser usted de mayor? ¿Vaquero ("cowboy") o pirata? Quizás, como Guillermo Brown, alternaba usted en sus juegos los episodios del Far West con aventuras por aguas del Caribe...

Y ahora, ya adulto, ¿qué prefiere usted beber? ¿"Whisky" o ron? La verdad es que debo escribir "whiskey", que es la grafía correcta para el destilado de grano que solían beber los protagonistas de las películas del Oeste en la barra del "saloon", ya que poco tiene que ver ese brebaje con el whisky escocés, que no parece que haya sido muy frecuente en los garitos fronterizos.

Los vaqueros son de "whiskey", como los piratas son de ron. Por otra parte, los piratas son personajes más literarios, en tanto que los "cowboys" son más que nada cinematográficos.

La relación de grandes autores que han escrito alguna novela "de piratas" es apabullante: Daniel Defoe, Walter Scott, Robert Louis Stevenson (¿quién no ha disfrutado con "La isla del tesoro"?), Emilio Salgari, John Steinbeck... sin contar con las extraordinarias poesías que a los piratas dedicaron Lord Byron o Espronceda ("con diez cañones por banda...").

No me salen tantos genios de la literatura si pienso en novelas del Oeste. Karl May, y no muchos más. Las novelas "del Oeste" eran un género que se consideraba inferior... aunque en España se vendían como rosquillas las de Marcial Lafuente Estefanía, en ediciones baratas, populares.

Ah, pero el cine... De Hollywood han salido espléndidas películas "de vaqueros"; para muchísima gente, pensar en el Oeste es pensar en John Wayne. Y, claro, en directores como, sobre todo, John Ford ("El hombre que mató a Liberty Valance" y "La diligencia" son mis dos "westerns" favoritos), Howard Hawks... Ahora repuntan las películas de piratas, pero no tienen tanta fuerza.

Whiskey contra ron... El "whiskey" estadounidense, el que solemos llamar Bourbon, tiene como materia prima fundamental el maíz, complementado con otros granos, como el centeno y la cebada. Parece de lo más adecuado que la bebida por antonomasia de los protagonistas de las películas "americanas" más populares se elabore con el cereal americano por excelencia, el maíz.

Pero pese a la permanente presencia del "whiskey" en las películas del Oeste, cuando pensamos en él debemos hacerlo en el Sur, concretamente en Kentucky o Tennesee. El "whiskey" es la bebida del Oeste, sí, pero también la del Sur, la confederada.

El ron, en cambio, es inequívocamente caribeño. Fueron los españoles, a principios del siglo XVI, quienes introdujeron la caña de azúcar en lo que hoy es Santo Domingo (la Hispaniola). A partir de ahí... Es una paradoja que algo tan dulce tuviese como consecuencia directa la tragedia del tráfico de esclavos africanos, pero así fue.

El ron nace en el Caribe. Probablemente de padre inglés. Hay referencias a él, con el nombre de "rumbuillon" o de "killdevil" (matadiablos), en 1651, y parece haber unanimidad en que su cuna fue Barbados. Fue el aguardiente de los piratas, bucaneros y filibusteros; también de los corsarios, que eran piratas para unos y proveedores para otros.

Y, por supuesto, el ron fue la bebida oficial de la Royal Navy: antes de que se rebajase en forma de "grog" (una parte de ron, dos de agua caliente), un marinero de un barco de Su Graciosa Majestad recibía nada menos que media pinta de ron al día.

Ron. Nos hace pensar en Morgan, en Flint, en Kidd, en Barbanegra... y en islas de leyenda, especialmente en la isla Tortuga, la isla de los piratas por excelencia, aunque, para muchos, la encarnación perfecta del pirata sea el capitán Hook, el desdichado capitán Garfio de "Peter Pan"... que, al menos que yo recuerde, no bebe ron en toda la película de Disney. Claro que era una película para niños. Y el ron (tal cual, en daiquiri, en mojito, en cubalibre...) es cosa de adultos. Con buen gusto, eso sí.

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