Portugal revive el Medievo en el décimo aniversario del Mercado de Obidos

Susana Irles

Obidos (Portugal), 23 jul.- El Mercado Medieval de Obidos, reconocido internacionalmente por su rigor histórico y uno de las más emblemáticos de Portugal, ha revivido este mes en su décima edición el espíritu familiar y fantástico de la Edad Media.

El pintoresco pueblo luso, de apenas 300 habitantes, ha reconstruido una aldea de cuento a los pies del castillo de Obidos, en lo alto de un peñasco que mira al Atlántico.

Entre murallas y a los pies de un castillo, portugueses y turistas han disfrutado un programa de teatro, música, grandes banquetes, torneos medievales y desfiles de princesas, hadas, escuderos y otros personajes de la literatura fantástica medieval.

Los organizadores calculan cerca de 100.000 visitantes, de los que un 15 por ciento son españoles y en el primer fin de semana del mes y habían acudido 35.000.

Muchos de ellos repiten año tras año, como Xus Jiménez, músico del conjunto catalán "Els Berros de la Cort", que ha participado en las actuaciones programadas y que reconoce el Mercado de Obidos como uno de los más auténticos de Europa.

"(El mercado) es como un túnel del tiempo. Cada vez que venimos con nuestros compañeros y entramos por la muralla es como entrar en un mundo aparte, un cuento", describió a Efe.

Su grupo aporta la banda sonora de ese viaje al pasado con un repertorio medieval europeo que incluye melodías de las Cántigas de Alfonso el Sabio y del Llibre Vermell de Montserrat, versionadas para los oídos de nuestros tiempos.

"Nuestra música tiene su fundamento en la música medieval, a la que nosotros le damos un poco más de riqueza con los conocimientos actuales de la música", precisó a Efe Jordi Batallé, uno de los percusionistas de la banda.

Los conciertos de los españoles son una más de las lecciones de historia medieval que los organizadores intentan ofrecer, según explicó a Efe, José Parreira, administrador del festival.

Para Parreira, es ese "mensaje de historia" lo que más distingue al mercado, además de la tranquila convivencia familiar en una escenografía única, uno de los castillos mejor preservados de Portugal.

"Intentamos que las personas que vengan lo pasen bien, coman bien.. Convivan, porque hoy es difícil con las vidas tan movidas. (...) Pero lo que queremos hacer es transmitir un mensaje de historia", explicó Parreira en declaraciones a Efe.

Esa pasión por la pedagogía ha pesado en una de las novedades de esta edición, un campamento en la ladera del castillo, donde un pequeño grupo de familias pueden pernoctar acompañados del calor de hogueras y vivir una noche de cuentos sobre brujas y misterios.

El imaginario medieval se confunde, sin embargo, con el del siglo XXI en tabernas con jóvenes disfrazadas de princesas que se fotografían con cámaras digitales o druidas y brujas que preparan la "Pócima del Amor" con sangría azucarada.

Pero además de beber, comer y bailar, las clases de historia se imparten en casetas sobre instrumentos medievales, juguetes antiguos o leyendas del primer rey de Portugal, Afonso Henriques.

Algunas de ellas son dirigidas por especialistas como Luís Laforga Granjo, un historiador que ofrece explicaciones detalladas de los antepasados de la Casa Real de Portugal y España.

En su opinión, el éxito de su también negocio, que vende árboles genealógicos de hasta siete antepasados, explica también la buena acogida y multiplicación de ferias medievales como la de Obidos.

La gente "necesita siempre saber de sus orígenes y experimentar el pasado en unos tiempos de estrés y poca reflexión", señaló a Efe el especialista.

Para ello el municipio de Obidos ha destinado 230.000 euros de presupuesto y pretende repetir la experiencia del festival en una versión navideña que se celebrará del 9 de diciembre al 6 de enero de 2012.