Prego: "Cobrar contenidos es un trago amargo, pero sólo así sobreviviremos"

  • Toda una vida dedicada al periodismo. Esa es la de Victoria Prego, que en esta etapa en la que el sector vive una situación "desoladora" necesita creer que hay lugar para la esperanza, y está convencida de que pasa porque todos los medios empiecen a cobrar sus contenidos, aunque sea un "trago amargo".

Raquel de Blas

Madrid, 16 mar.- Toda una vida dedicada al periodismo. Esa es la de Victoria Prego, que en esta etapa en la que el sector vive una situación "desoladora" necesita creer que hay lugar para la esperanza, y está convencida de que pasa porque todos los medios empiecen a cobrar sus contenidos, aunque sea un "trago amargo".

Prego (Madrid, 1948), adjunta al director de "El Mundo" y que ha sido galardonada este año con el Premio de Honor de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) a la trayectoria profesional, confía en que el periodismo vuelva a ocupar "el sitio que le corresponde en una democracia" y cree que los diarios sobrevivirán "con menos información y más opinión y análisis".

En una entrevista con EFE, la autora de la serie documental "La transición" para TVE, que la ha convertido en una de las voces oficiales de ese período de la historia moderna de España, afirma con rotundidad que los periodistas "jamás" deben pertenecer a una "cuadra política" y cuando lo hacen -dice- no los respeta.

PREGUNTA: ¿Qué supone para usted el reconocimiento de la APM?

RESPUESTA: En primer lugar, mucho honor, porque los premios de los colegas son para mi más valiosos que los demás. No sé por qué, pero lo son. Segundo, porque la votación es muy libre. Y tercero, porque ya tengo una edad en la que no me pueden premiar más que la trayectoria (risas)... Es un honor y una satisfacción grande que me ha dado la Asociación de la Prensa de Madrid.

P: ¿Cómo ve la situación actual del periodismo?

R: Es desoladora, creo que estamos en el peor momento, en el más crítico, más tremendo, más desanimador, pero como pienso que el periodismo no puede morir y las democracias no pueden pasar sin periodismo, sin información, creo que habrá un momento en que despegaremos, con otros soportes, con otros métodos, con otros sistemas, pero la profesión, el periodismo, la información volverá a ocupar el sitio que le corresponde en una democracia, aunque en estos momentos la situación es espantosa.

P: ¿Entonces cree que hay lugar para la esperanza?

R: Más que creo que hay esperanza, es que necesito creer que hay lugar para la esperanza porque, insisto, un democracia no sobrevive sin información.

P: El Mundo ha sido el primer medio español en poner un muro de pago ¿Cree que la gente acogería bien que los medios cobrasen por sus contenidos digitales?

R: La gente no lo acoge bien porque se ha acostumbrado a que la información es gratis, cuando la información cuesta dinero. A un periodista hay que pagarle -si es bueno, más- para que busque una información, pero la gente se ha acostumbrado a eso, a no pagar. Por lo tanto, el trago de empezar a cobrar es un trago amargo, pero inevitablemente tendrán que hacerlo todos los medios, más tarde o más temprano, hasta que la sociedad entre por ese agujero porque es la única posibilidad de sobrevivir.

P: ¿Corren peligro los medios en papel?

R: Los medios en papel siempre sobrevivirán pero de otra manera. Serán más especializados, más de élite, más de grupos específicos; es decir, darán menos información y más opinión y análisis.

P: Parece que el periodismo en España atraviesa sus horas más bajas en cuanto a valoración por parte de la ciudadanía ¿A qué cree que se debe? ¿Qué hacemos mal?

R: Se debe a que al periodismo tradicional, el llamado serio, lo ha acompañado, y cada vez ocupa más sitio, el periodismo basura, que ha hecho de la política, la política basura. Y en esas circunstancias la gente no nos cree, no nos aprecia, no nos considera. Aunque pienso que también tiene que ver con la crisis: se han buscado unas salidas para sobrevivir que han hecho un grandísimo daño al ejercicio del periodismo.

P: ¿Cómo se recupera esa credibilidad perdida?

R: Aguantando la posición hasta el último instante de nuestras vidas, hasta nuestro último aliento.

P: ¿Considera que en la actualidad ha vencido la opinión a la información?

R: No creo que haya más opinión que información. En los medios tradicionales hay buena información y buena opinión, en lo que yo llamo periodismo basura, hay opinión basura, pero eso es otra cosa. Yo creo que los medios tradicionales -el papel- se convertirán en más medios de exclusivas, análisis y opinión.

P: ¿Cree que los periodistas deben posicionarse políticamente?

R: No. No, no, no. Los periodistas tiene que jugar; cuando haya que opinar, opinar, y cuando haya que informar, informar; pero no deben pertenecer a ninguna cuadra política. Jamás deben ponerse la camiseta de un partido político, y cuando lo hacen, malo. Yo no respeto a esos periodistas.

P: ¿Están en España los medios de comunicación excesivamente politizados?

R: Los medios tienen que tener una línea editorial y eso es muy legítimo. Los periodistas no deben ener posiciones políticas definidas y de obediencia a partidos, eso nunca.

P: ¿Hay autocrítica en la profesión?

R: Hay crítica, autocrítica poca. La echo en falta.

P: Usted es adjunta al director del diario El Mundo desde hace casi 10 años, pero generalmente a la mujer le cuesta alcanzar puestos de dirección ¿A qué lo achaca?

R: A dos cosas: a la tendencia natural de los hombres a ocupar esos puestos y a la tendencia natural de las mujeres a no empujar lo suficiente.

P: Siempre ha estado muy vinculada a la información política. ¿Le hubiera gustado hacer otras cosas?

R: A mi me ha gustado todo lo que he hecho, así que si hubiera hecho otra cosa, me hubiera gustado también. En general, todo lo que he hecho me ha gustado. Me quedo con todos aquellos trabajos en los que me he divertido, y yo me he divertido en casi todos los sitios. Aquí, en El Mundo, estoy encantada. Yo valoro mi trabajo profesionalmente, pero sobre todo lo valoro por cómo lo paso. Si lo paso bien, entonces estoy encantada; y si lo paso mal, no me interesa, aunque sea importantísimo el trabajo.

P: En los últimos meses hemos asistido a la renovación en las direcciones de La Vanguardia, El Mundo y El País. Las voces críticas sostienen que el Ejecutivo ha tenido algo que ver con esas decisiones. ¿Qué opinión le merece?

R: Por lo que se refiere a El Mundo no.

P: ¿En ese caso responde sólo a problemas económicos?

R: Claro, y a la caída de lectores.

P: ¿Qué consejos daría a futuros periodistas con el panorama tan desolador que hay actualmente?

R: Es que el consejo que yo les daría es que no fueran periodistas... porque no hay trabajo, pero es muy duro de decir. De todas maneras, si insisten, les diría que aguanten el tirón y que procuren formarse como periodistas con sus propios criterios y defenderlos en cualquier sitio. Y que no dejen que los proletaricen, como les están proletarizando, y que no dejen que los utilicen como fuerza bruta de trabajo con un teléfono móvil a disposición de la empresa 12 horas para decir lo que les manden que digan. En fin, que se rebelen.

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