Puértolas: "Quiero seguir hablando del dolor y transformarlo en emoción"

  • Soledad Puértolas sigue ahondado en el tema del dolor en "Mi amor en vano", una novela en la que las emociones son el motor de la historia que protagoniza un joven de 23 años que sobrevive a un accidente de tráfico con graves secuelas.

Barcelona, 8 oct.- Soledad Puértolas sigue ahondado en el tema del dolor en "Mi amor en vano", una novela en la que las emociones son el motor de la historia que protagoniza un joven de 23 años que sobrevive a un accidente de tráfico con graves secuelas.

"Me interesa el tema del dolor. Ya lo traté en una 'Una vida inesperada', pero ahora lo abordo desde la emoción", ha dicho la escritora aragonesa, miembro de la Real Academia Española de la Lengua desde enero del 2010, en una rueda de prensa hoy en Barcelona.

Puértolas ha reconocido que el accidente que casi acaba con la vida del protagonista y la rehabilitación posterior son una metáfora de "las limitaciones, las circunstancias personales y los acontecimientos que nos obligan a volver a empezar de cero".

"Cada día empezamos de cero", ha añadido la autora, que ha conectado esta novela que acaba de publicar con un cuento todavía inédito llamado provisionalmente "El fin", que narra "un acontecimiento dramático que parece ser el fin de todo, pero que en realidad es sólo un punto y a parte, porque al día siguiente la vida continua".

"Mi amor en vano" relata la historia de Esteban, un joven que decide desvincularse de su entorno e iniciar una vida en un barrio distinto tras sufrir un grave accidente de tráfico.

Puértolas empezó a escribir esta historia hace doce años, pero la dejó inacabada porque no se sentía preparada "para manejar tanta emoción".

El esbozo de "Mi amor en vano" se quedó en el fondo del cajón, pero Puértolas no lo olvidó, sino que lo dejó reposar porque "sabía que el tema del dolor estaba ahí" y quería abordarlo.

Finalmente la novela ya está en las librerías y empieza con la frase: "La primera vez que Violeta se detuvo en medio de las escaleras, yo subía y ella bajaba".

Esta oración está muy trabajada, según la escritora, y resume varias de las ideas presentes en el libro.

"Por un lado hay una encrucijada. Por otro es 'la primera vez', es decir, que habrá más veces, y además él se detiene en la escalera y escucha, algo que hará muchas más veces a lo largo de la novela porque es un observador que se detiene y escucha", ha aclarado.

El protagonista es el espejo en el que se reflejan los personajes que va conociendo: Dayana, una mujer madura que ha sido actriz, cantante y modelo de artistas; su marido Eugenio, un periodista deportivo alcohólico; su hija Violeta, que se dedica a hacer arreglos de ropa y collares, y Teresa, una mujer arrolladora que conoce en el centro de rehabilitación.

Vidas poco memorables de personas golpeadas por el día a día, que crean una red de relaciones alrededor del protagonista y le ayudan a reconstruir poco a poco sus vidas y recuperar los sueños.

Estos personajes buscan anclajes en medio de la zozobra, "como nos pasa a todos, especialmente en estos tiempos que corren", según la autora.

Al respecto, la escritora ha matizado que "la inestabilidad en la que vivimos ahora es más real que la presunta estabilidad en la que vivíamos antes. Esta sensación de que no sabemos dónde estamos y ni de dónde viene todo es muy real, la vida es así".

Con el estilo narrativo suave y sin estridencias que caracteriza a la autora, "Mi amor en vano" acompaña al protagonista en su recorrido entre la desolación y la esperanza, con mucha emoción y muy poco melodrama.

Su autora ya tiene algunas ideas para su próxima novela, pero pretende "esperar un poco antes de volver a empezar", porque "Mi amor en vano" le ha llevado mucho trabajo y le ha coincidido con sus nuevas responsabilidades como miembro de la Real Academia Española.

"Desde que soy académica noto que me hacen más caso cuando hago algún comentario referido a la lengua española, y eso me anima a decir más a menudo lo que pienso al respecto", ha revelado.

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